Para la Unión Europea el 9 de mayo está dedicado al Día de Europa, con el cual se celebra la paz y la unidad del continente. Se fijó ese día para conmemorar la llamada "Declaración de Schuman", en honor al entonces ministro de Asuntos Exteriores de Francia Robert Schuman. En un discurso pronunciado en París el 9 de mayo de 1950, expuso la necesidad de una cooperación política y a la vez evitar una nueva guerra entre las naciones europeas. Para ello propuso establecer una institución europea que mancomunara y gestionara la producción de carbón y acero. El discurso de Schuman resalta fundamentalmente tres aspectos: "la paz mundial no puede salvaguardarse sin unos esfuerzos creadores equiparables a los peligros que la amenazan”, "Europa no se hará de una vez ni en una obra de conjunto: se hará gracias a realizaciones concretas, que creen en primer lugar una solidaridad de hecho." y "La puesta en común de las producciones de carbón y de acero cambiará el destino de esas regiones, que durante tanto tiempo se han dedicado a la fabricación de armas, de las que ellas mismas han sido las primeras víctimas."
La intención de Schuman se dio cinco años después de concluida la Segunda Guerra Mundial, cuando muchas de las naciones europeas aún estaban luchando por superar los efectos de la destrucción, el hambre y de la pobreza. Los gobiernos europeos llegaron a la conclusión siguiente: solo poniendo en común la producción de carbón y acero, manteniendo la paz y la unión entre Francia y Alemania; naciones consideradas como rivales históricas y la fusión de los intereses económicos de los países miembros contribuiría a aumentar el nivel de vida y constituiría el primer paso hacia una Europa más unida. Colocó a Alemania y a Italia como socios comerciales de Francia y del Benelux creado en 1948 por los Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo que quitaron las barreras aduaneras y económicas entre éstas tres naciones.
Un año después surgió la Comunidad Europea del Carbón y del Acero. La CECA fue la primera de una serie de instituciones supranacionales que a la larga construyeron lo que es hoy la Unión Europea. Efectivamente desde su fundación en 1951, la CECA fue promotora de la integración europea pues también dejaron abierta la adhesión a otros países. Las cosas no fueron del todo sencillas. Debieron pasar sobre conflictos y presiones de algunas instancias políticas y económicas que no aceptaban la unidad europea. Incluso acusaron a los seis países fundadores de que actuaron al margen de las naciones que quedaron fuera de ella.
Europa se consolidaría en el plano industrial, evitando los choques entre alemanes y franceses poniendo énfasis en la zona más conflictiva entre los dos países: la zona del Ruhr en Renania del Norte en Alemania y la región de El Sarre limítrofe con la Lorena francesa y Luxemburgo. Esa porción alemana estaban bajo control de los Estados Unidos y pasaron a Francia, siempre y cuando los países aliados pudieran explotar la zona cuando lo necesitaran. Para ello dividieron la zona en dos sectores de explotación: uno para el carbón y otro para el acero. Fue cuando Schuman dictó su famoso discurso que a la larga creó la primera institución europea creada conjuntamente para regular la explotación del acero y del carbón en seis naciones europeas.
Los primeros acercamientos entre Francia y Alemania surgió cuando Konrad Adenauer, entonces canciller de la Alemania Federal interpuso una queja ante la comunidad de las naciones, porque los países aliados explotaban esa rica región de Alemania sin control. Fue cuando el presidente francés Charles De Gaulle se mostró partidario de una intervención en dichas zonas de un modo exclusivo teniendo en cuenta a Alemania. El 9 de mayo de 1950 Robert Schuman, emitió un discurso donde Francia ofrecía un acuerdo a los países que quisieran acogerse a éste para crear un organismo supranacional de explotación conjunta de los recursos minerales de la región centroeuropea. Adenauer negoció con De Gaulle contando con el beneplácito del presidente norteamericano Harry S.Truman y luego el Benelux también lo apoyó. Gran Bretaña estuvo conforme con el acuerdo pero no llegó a involucrarse en él, pues ya tenía como principal socio comercial a Estados Unidos.
Así se creó la CECA, agrupando en ella por primera vez a Francia y Alemania juntas, a los países del Benelux (Bélgica, Luxemburgo y Países Bajos) y a Italia. Las seis naciones crearon un mercado común suprimiendo las aduanas y la libre circulación de productos otorgando exenciones de impuestos. Se consideran promotores del CECA a los franceses Robert Schuman y Jean Monnet, al canciller alemán Konrad Adenauer y al ministro italiano Alcide De Gasperi, a quienes por cierto se les considera los padres de Europa, llamados así por su papel relevante en el surgimiento de las comunidad europea.
De la Comunidad Europea del Carbón y del Acero, al Mercado Común Europeo, la Comunidad Europea y luego la Unión Europea. Lo cierto es que la CECA, reguló y mejoró la producción de carbón y acero, intensificó el comercio entre los países firmantes rebajando con ello los costes de producción, fijando las tarifas de los productos y promovió una inversión millonaria en los países menos industrializados y colocó a sus países miembros como potencias económicas. La Unión Europea tiene su origen en un proceso de integración de regiones. Primero el Benelux en 1948, luego el Mercado Común Europeo surgido en Roma el 25 de marzo de 1957, formado originalmente por seis países al que luego se añadieron otros países europeos, con la finalidad de crear un mercado común. El tratado establecía un mercado y aranceles externos comunes, una política conjunta para la agricultura, políticas comunes para el movimiento de la mano de obra y los transportes y fundaba instituciones comunes para el desarrollo económico. En 1965 estas instituciones se fusionaran con las instituciones de la CECA y las de la EURATOM, gracias a los Tratados de Roma. La CECA cumplió su ciclo en 2002 a 50 años de su creación. Ahora sus funciones y competencias quedaron integradas en la Unión Europea, constituida en 1992 mediante el Tratado de Maastricht.
Antonio Guerrero Aguilar
Cronista de Santa Catarina