El templo de Los Urdiales está dedicado en honor a la patrona del lugar, nuestra señora del Carmen. La edificación fue iniciada en 1876, siendo el obispo de Linares pero con sede en Monterrey, el señor doctor Francisco de Paula Verea y González. En 1883 llevaban invertidos mil 600 pesos. Se puede precisar el periodo de construcción debido a la existencia de unas fechas encerradas en una especie de medallón sobre la entrada principal en frente del coro. Hay otro año, el de 1896 cuando fue concluido el templo, el cual quedó bajo la jurisdicción eclesial de la parroquia de la Purísima Concepción, cuyo párroco en ese entonces era el canónigo Pedro María de la Garza y Garza. En este tiempo, el señor doctor Jacinto López y Romo, era el décimo obispo que luego se convirtió en el primer arzobispo de Linares.
El templo fue terminado 20 años después de iniciados los trabajos de construcción. Consta de una nave en forma de cruz latina con un pequeño crucero. El techo es de madera y simula una bóveda de cañón. Existen diez efigies con el rostro de Jesús Cristo con su corona de espinas, en columnas adosadas a los muros. La nave del templo tiene ventanas en cada muro lateral y su material predominante es el sillar y la piedra. Hay en el coro un barandal de madera y al centro está el escudo con las siglas de María Virgen. La fachada tiene una puerta con un arco de medio punto, rematado también con el escudo mariano. A los lados hay dos nichos en donde seguramente estuvieron dos imágenes. No tiene campanario pero si una espadaña con tres vanos o espacios para colocar las campanas. Todo el conjunto está rematado por una cruz metálica.
En 1950 la capilla de Nuestra Señora del Carmen quedó bajo la jurisdicción de la parroquia de nuestra señora del Refugio en la colonia Mitras, cuyo párroco era el padre Joaquín Tapia. En 1965 pasó a formar parte de la jurisdicción de la parroquia de San Isidro Labrador, siendo párroco el padre Héctor Peña González. En éste tiempo, la comunidad fue atendida por el padre Guillermo Reyes Romo.
El padre Marcial Ramírez Torres fue nombrado vicario fijo del templo en marzo de 1980 y con ello, residió formalmente en el lugar. Inmediatamente se puso a organizar el trabajo pastoral y a formar grupos. El 1 de octubre de 1983, con el apoyo de la señoras Conchita Lobatón de Escobedo y Bertha Vázquez de González, se inició el primer grupo para el rezo del Rosario, al cual llamaron Reina de la Paz.
El 12 de enero de 1984 llegó a Monterrey Adolfo Suárez Rivera para tomar posesión como el décimo arzobispo. A él le debemos la elevación canónica a parroquia en marzo de 1987, quedando como primer párroco el padre Marcial Ramírez, asignándole como limites al oriente la avenida Simón Bolívar; al poniente la avenida Gonzalitos; al sur, la avenida Leones y al norte, la avenida Ruiz Cortines. En esa demarcación están comprendidas, parte de las colonias las Mitras, Leones y los Urdiales.
La entrega y la iniciativa del padre Marcial, unidos al apoyo de la comunidad y de otros bienhechores, quienes organizando kermesses y sorteos produjeron los recursos necesarios para el mantenimiento del edificio y la modernización interior del templo y de los jardines, al igual que la construcción de nuevas y amplias oficinas parroquiales y los primeros salones de usos múltiples. Se inició la publicación “Metanoia” como un órgano de información y comunicación en la comunidad.
El padre Marcial promovió la apertura de una escuela parroquial en junio de 1991, iniciando sus actividades de un instituto al que llamaron "Fray Marfil de Jesús" como una oferta de formación integral a los niños que forman parte de la parroquia. En 1996 se realizó el censo parroquial con el tema: “Cien años caminando bajo un mismo espíritu”. En 1997 declarado “Año de Jesucristo” y con el apoyo de las misioneras servidoras de la palabra, recorrieron todas y cada una de las casas de la jurisdicción parroquial para preparar la celebración del jubileo del año santo.
Conforme a un proyecto de pastoral conjunta, en 1998 como “Año del Espíritu Santo” continuaron las visitas y a cada familia se le obsequia el libro del evangelio de San Lucas. Al año siguiente, en 1999, declarado “Año del Padre” se regala a los vecinos de la parroquia el evangelio de San Mateo. El año 2000, como “Año de la Santísima Trinidad” y celebración del jubileo se obsequia el evangelio de San Juan y en el 2001 el evangelio de San Marcos.
El 18 de agosto de 2002, el padre Heriberto Cavazos Pérez fue nombrado nuevo párroco de la comunidad de Nuestra Señora del Carmen, por el señor cardenal, Adolfo Suárez Rivera. Con renovados esfuerzos, el padre Cavazos continúa con el plan orgánico de pastoral. El 29 de septiembre de 2002 comienza a circular semanalmente "El Carmelo" como un medio para vivir mejor la Eucaristía. Al año siguiente, el padre Cavazos fue nombrado Vicario Episcopal de la Zona VI a la que pertenece la parroquia.
El año del 2003 llegó a Monterrey Francisco Robles Ortega, para tomar posesión como el XI Arzobispo. Fue cuando la comunidad católica despide al cardenal Adolfo Antonio Suárez Rivera. En septiembre de ese año, el padre Ricardo Rosales Rivera es nombrado vicario parroquial. Un hecho sobresaliente, tanto los presbíteros que han servido a la comunidad, como los fieles, han integrado una verdadera comunidad de la parroquia de nuestra señora del Carmen, quienes responsablemente construyen el Reino de Dios, bajo la guía del Espíritu Santo y la compañía de la Santísima Virgen María. Al retirarse el padre Cavazos, continuó su obra el padre Ramiro Gerardo González García y desde el 2011, el padre Luis René Lozano del Río.
Antonio Guerrero Aguilar
Cronista de la Ciudad de Santa Catarina