Muchos autores definen a México como un país de regiones contrastantes y como un verdadero mosaico cultural…
Muchos autores definen a México como un país de regiones contrastantes y como un verdadero mosaico cultural. Cada región cultural tiene una forma de representar, recordar y de volver a vivir sus fiestas a través de las tradiciones. Ya hemos visto que la riqueza geográfica, nuestra historia y nuestro mestizaje, de una u otra forma incide en las costumbres, las creencias, lenguajes, modos de expresión y formas de trabajo que han sido construidas por nuestros antepasados hasta la actualidad.
México es un país de tradiciones. Si nos atenemos al concepto de cultura que al principio se expuso, recordaremos que la cultura es todo aquello que es socialmente producido y trasmitido por un determinado grupo humano, que incluyen patrones de conducta social, artística, ideológicos y religiosos; así como patrones de comportamientos y creencias trasmitidas y apreciadas socialmente que se reflejan en lo que nosotros conocemos como Tradición y que se distinguen de otras prácticas sociales, por el hecho de que cambian lentamente y en caso de ser quebrantadas, hay sanciones sociales que pueden ser muy severas, tanto como aquellos que las infringieron y para la comunidad que las vive, ya que necesariamente se da una pérdida de valores y de continuidad de esos valores tradicionales.
En México, se da actualmente una síntesis de tradiciones con nuevos valores característicos de la época en la que vivimos y que se llama modernidad. Esa síntesis se refleja en diferentes formas: pintura, arquitectura, música, arte, literatura, moda y medios de comunicación. Ellas a su vez recogen y trasmiten nuestras tradiciones, ajustándolas a los requerimientos de nuestra sociedad. Por ejemplo, vemos promocionales en la televisión de nuestras zonas arqueológicas, de nuestro colorido, de nuestra alimentación, entre otras cosas.
Esa producción, tanto antigua como contemporánea es sumamente apreciada hacia el interior como en el extranjero. Ya que nuestra cultura posee una riqueza y continuidad innegables; para muchos estudiosos de primer mundo, ya que se conjugan 10,000 años de presencia ibérica occidental con otros 9,000 años de presencia indígena.
México cuenta con gran variedad, dependiendo de la región del país en la que vivimos. En el sur existen tradiciones muy arraigadas de carácter indígena, mientras que en el centro y en norte existen otros tipos de festividades.
Pero sin lugar a dudas, las principales fiestas son el 15 y el 16 de septiembre, días de la independencia, el 2 de noviembre de los santos difuntos, el 20 de noviembre de la revolución mexicana, el 12 de diciembre de la Guadalupana, el 25 de diciembre de Navidad, el 31 de diciembre y 1 de enero, de fin e inicio de año respectivamente, el 6 de enero de los santos reyes, el 5 de febrero la constitución, el 24 de febrero la bandera, el 21 de marzo natalicio del benemérito, la semana santa, el día del trabajo, la batalla del 5 de mayo, el día de la madre, el día del maestro, el día del padre.
El mexicano es fiestero por naturaleza y si a eso le añadimos las fiestas patronales no acabamos. Cuentan que una costumbre de los españoles era bautizar un lugar de acuerdo al santoral del día en que llegaban. En México debe haber fiesta todos los días. De los templos sacan a las imágenes a pasear por todo el pueblo: son buenas para que llueva, son milagrosos y demás. Dicen que la misión de los religiosos se apoyó en los milagros y que la gente recuerda con cristos que llegaron en burros, vírgenes que se aparecieron en árboles, etc.
Fiestas que recuerdan nacimientos y posadas de carácter catequético, las piñatas con siete puntas que representan a los siete pecados capitales: quién intenta quebrarla, va rompiendo las puntas y caen los confites que significan los dones que caen del cielo. Luego viene el aguinaldo, costumbre que también en México se inició, se sirven tamales, ponche buñuelos. Las fiestas rompen con la monotonía diaria y son el mejor pretexto de encuentro y alegría.
En México, las tradiciones son la imagen viva del comportamiento y de las creencias trasmitidas de generación en generación y enriquecidas con los acontecimientos de cada época en la que se viven. Que son apreciadas por la sabiduría popular que trasmiten y la popularidad que tienen en extranjero.
Antonio Guerrero Aguilar
Cronista de la Ciudad de Santa Catarina