Con la llegada de Martín de Zavala al gobierno del Nuevo Reino de León, hubo algunos cambios en el orden político y social. Martín de Zavala fue descendiente de unos ricos ganaderos y mineros zacatecanos. Nacido en 1597, llegó en 1626 y murió en 1664. De joven estudió y viajó por varios países europeos. Estudió en la Universidad de Salamanca, en la cual adquirió una sólida cultura. Hablaba latín, griego, italiano y flamenco. Se dice que llegó a contar con “centenares de volúmenes” sobre religión, historia, filosofía, teología y jurisprudencia.
Durante su gobierno se promovió la entrada de señores de ganado, con sus miles de cabezas tanto mayores como menores. Apoyó expediciones de reconocimiento, pacificación y colonización. Conformó una pequeña corte humanista entre los que destacan Alonso de León, Juan Bautista Chapa y Fernando Sánchez de Zamora. En ésta época, Antonio Leal trajo las primeras ovejas a Monterrey y poco después empezó la crianza de ganado bovino, con lo que inició la influencia ganadera de la región y que en cierta forma perdura de varias maneras en los usos y costumbres actuales.
Alonso de León nació en la Ciudad de México en 1606 y murió en San Juan Bautista de Cadereyta en 1661. Estudió en el Colegio de San Ildefonso en donde probablemente obtuvo el bachillerato en artes. Se reconoce por sus grandes conocimientos en astronomía, matemáticas y cosmografía. A él se debe la primera descripción geográfica e histórica del Nuevo Reino de León. Entró al Nuevo Reino de León en 1636 y fundó con otros los pueblos de San Juan Bautista de Cadereyta y San Mateo del Pilón, actual Montemorelos.
Juan Bautista Chapapría, -apelativo que se dio origen al Chapa- nació en un pueblo cercano a Génova, Italia en 1627. Estudió en Italia y España. Continuó la descripción del Nuevo Reino de León. También participó en la fundación de pueblos y acompañó a Alonso de León padre como el hijo del mismo nombre a varias expediciones. Con Alonso de León asistió a la que hicieron en 1689 para echar a unos franceses que habían establecido una colonia en Texas. Encontraron el fuerte destruido por los indios y escribió un poema al respecto, considerado como el más antiguo:
Sitio funesto y triste,
donde la lobreguez sola te asiste;
dio a tus habitadores fiera muerte.
Aquí solo contemplo
que eres fatalidad y triste ejemplo
de la inconstante vida;
pues el enemigo fiero y homicida,
tan cruel e inhumano
descargó su crueldad con terca mano
sobre tanto inocente,
no perdonando al niño más reciente.
¡Oh, francesas hermosas
que pisabais de estos prados frescas rosas;
y con manos de nieve
tocabais blanco lirio en campo breve;
como así difuntas
os miran estas selvas todas juntas,
que no en balde alejadas
se ven por vuestra muerte y tan trilladas!
Y tú cadáver frío,
que en un tiempo mostraste tanto brío,
y ahora de animales
comida, según muestran tus señales,
tierno te contemplo,
y eres de infelicidad un vivo ejemplo.
Gozas de eterna gloria,
Pues fuiste de esta vida transitoria
A celestial morada;
Yendo con tanta herida traspasada.
Ruégale a Dios eterno
Nos libre de las penas de infierno
Chapa fue secretario y escribano público de varios gobernadores. Obtuvo mercedes de tierras en los actuales municipios de General Treviño, Agualeguas y Doctor González. También se le conoció como el cronista anónimo, pues al morir Alonso de León, continuó la historia del reino pero no la firmó. Fue Israel Cavazos quién identificó al cronista con Chapa, quien murió en 1695.
Fernando Sánchez de Zamora nació en 1630 en San Luis Potosí. También de una cultura muy amplia. La colonización de casi todo el sur del estado se debe a él: Galeana, Aramberri y General Zaragoza, que eran las antiguas misiones de San Pablo de Labradores y de nuestra Señora del Río Blanco respectivamente y una parte del sureste de Tamaulipas conocida en su tiempo como San Antonio de los Llanos, actualmente como Hidalgo. Probablemente murió en 1678.
Alonso de León hijo, nació en 1639 en Cadereyta. Muchos de los servicios que hizo a favor del Nuevo Reino de León como los de su padre, fueron muy valiosos. En 1655 acompañó a su padre a España. Allá se inscribió para combatir a los ingleses. De regreso al reino participó en cerca de 30 expediciones. Promovió la fundación de la Villa de Santiago de la Monclova en 1689 y desde dicha población impulsó las misiones en Coahuila y Texas.
Fue gobernador del Nuevo Reino de León y de la provincia de San Francisco de Coahuila. En 1689 hizo expedición a Texas para echar a los franceses. Esta acción le valió que Carlos de Sigüenza y Góngora hiciera un elogio: “su esfuerzo y cuyo nombre será siempre formidable a cuantas bárbaras naciones se humillaron y rindieron a su valiente brazo”. Murió en la Hacienda del Carrizal en 1691.
En este siglo, la situación cultural y educativa fue escasa. Las actividades que se dieron en la minería, ganadería y agricultura fueron considerados en su tiempo como de subsistencia. Se vivía en constante lucha con los bárbaros, por lo que a toda la región se le va a conocer hasta el siglo XIX, como tierra de “guerra viva”. En vez de pensar en el cultivo intelectual se pensaba más en las actividades de defensa.
El único establecimiento de instrucción que había, era el convento de San Andrés de los padres franciscanos, establecido en 1604 y cerrado en 1789. Los franciscanos también instalaron conventos en Cerralvo en 1630 y Cadereyta en 1640. Las celdas conventuales, fueron prácticamente convertidas en aulas donde se enseñaba gramática, aritmética y nociones de música. En éste periodo los varones solo tenían de dos opciones profesionales: el campo o las armas. Si alguien quería estudiar una carrera debía emigrar a otros lugares. La única opción para las mujeres eran las labores domésticas.
Por cierto, el escudo de armas de la ciudad de Monterrey fue autorizado en ésta época por la Reina Mariana de Austria en 1672, viuda de Felipe II y madre de Carlos II.
Antonio Guerrero Aguilar
Cronista de la Ciudad de Santa Catarina