Los caldeos fueron los primeros en estudiar al cielo. Es más, caldeo literalmente significa “interprete de las estrellas”. Son ellos los que sistematizan el contenido del zodiaco que tiene su origen etimológico en el término zodia que significa animado, pues cuenta con doce constelaciones correspondientes a los doce meses del año.
Los caldeos fueron los primeros en estudiar al cielo. Es más, caldeo literalmente significa “interprete de las estrellas”. Son ellos los que sistematizan el contenido del zodiaco que tiene su origen etimológico en el término zodia que significa animado, pues cuenta con doce constelaciones correspondientes a los doce meses del año. Cada porción o casa como también se le conoce, sirve como trasfondo orientador de la posición continuamente cambiante de los astros rotantes o viajeros que son los planetas. En el zodiaco se capta la oposición y la conjunción, así como las distancias destacadas entre los signos que la conforman.
El pueblo hebreo también le concedió especial importancia a los conocimientos astronómicos. Por ejemplo, en el templo de Jerusalén, los siete brazos de la lámpara indicaban los planetas, los doce panes la proposición el zodiaco y también los meses del año. Pero tanta dependencia hacia la astrología de parte del pueblo hebreo, hizo enojar al apóstol de los gentiles San Pablo quien escribe una queja en su carta a los Gálatas capítulo 4, en los versículos del 9 al 11, contra aquellos que dicen conocer a Dios, pero continuamente recurren a observar los horóscopos. Por su parte el escolástico San Alberto Magno no ve dificultad alguna entre el conocimiento y predicción de las cosas, especialmente cuando no dependen del libre albedrío de las personas.
Muchos astrólogos y alquimistas de la antigüedad sostenían que el universo y sus partes guardaban una corresponsabilidad y dependencia entre ellos. Kepler nos habla de una armonía en el universo, como lazo de unión entre astronomía, óptica, física y teología. La influencia de los astros consiste en que la constelación de todos los planetas se reproduce en el alma y la astrología es la clave para entender la realidad de la unidad entre hombre y el cosmos.
Entonces en la Astrología se relaciona con un universo mágico cargado de las influencias que las estrellas tienen sobre nuestras vidas y los fenómenos del mundo. Existen dos tipos de astrología, una médica relacionada con los “humores” que supuestamente tenía el cuerpo humano y cuyo desequilibrio provocaba las enfermedades y con las malas influencias que se nos cargaban por estar en etapas en donde había desfase entre los planetas y las estrellas. Pero también había una astrología de carácter mágico o judiciaria que intentaba predecir el futuro.
La primera era aceptada por la Iglesia pero la segunda no, pues se involucraba en algo que solo Dios podía saber, nuestro futuro. Pero rara vez y difícilmente se podían diferenciar los casos de acción de ambas. Lo cierto es que la primera fue considerada como magia blanca y la segunda como magia negra.
Hoy en día la astrología se nos presenta como una sabiduría perdida a causa de una adaptación excesivamente acrítica a la credibilidad científica del momento, ya sea porque nuestro mundo se compone de objetos individuales y porque no existe comunicación alguna con el todo. Pero también como un conjunto de supersticiones que tienden a hacer a las personas más dependientes de lo que dicta un horóscopo.