El 7 de mayo de 1824, quedó formalmente establecido el estado libre y soberano de Nuevo León, como parte federativa de los Estados Unidos Mexicanos.
El 7 de mayo de 1824, quedó formalmente establecido el estado libre y soberano de Nuevo León, como parte federativa de los Estados Unidos Mexicanos. Hace 185 años de ello, por eso conviene hacer un recuento histórico en torno al origen y significado del estado del cual somos y en el cual vivimos. Todo ello para replantear el sentido que tenemos los nuevoleoneses como proyecto de conformar un estado de la unión y definir qué es lo que queremos lograr como nuevoleoneses en el futuro.
El nombre de nuestro estado es Nuevo León. Este procede del nombre original del Nuevo Reino de León que Luis Carvajal y de la Cueva logró a través de la capitulaciones otorgadas por el Rey Felipe II el 31 de mayo de 1579, hace exactamente 430 años. La nueva provincia o reino de la Nueva España, recibió su nombre en honor a la provincia española de León, antigua colonia militar que los romanos llamaron Legio Septima Gemina, una de las tres legiones que protegían el norte de la península ibérica. En la edad media el nombre se acortó en Legión que luego quedó en León. De esa manera, el león quedó como símbolo del reino, mismo que aparece también como uno de los símbolo de Castilla. El nombre también hace referencia totémica a las cualidades del león: fuerte, atrevido, rey de los animales. Y para recordar ese origen, en el escudo oficial de Nuevo León aparece precisamente el león rampante y coronado, majestuoso dispuesto a la lucha y a la defensa.
El septentrión novohispano estuvo conformado en la época colonial por las provincias o reinos de Sonora, Sinaloa, las Californias, la Nueva Vizcaya que abarcaba Durango, Chihuahua y Nuevo México y la parte norte del actual estado de Zacatecas y todo la parte sur de Coahuila correspondientes a Saltillo y Parras, la provincia de Coahuila que abarcaba desde el centro del estado hasta el río Medina al norte, Texas que llegaba hasta los límites con la Louisiana, el Nuevo Reino de León y el Nuevo Santander cuyos límites se extendían hasta el río Nueces al norte. Todas ellas dependían en lo administrativo a la capital del virreinato, en lo jurídico a la Real Audiencia de Guadalajara y en lo religioso a la Diócesis de Guadalajara.
Dada la imposibilidad de atender adecuadamente a todas las provincias del norte de la Nueva España, hizo que en 1776 se creara un sistema administrativo que recibieron el nombre de Provincias Internas para lo cual eligieron a Arizpe en Sonora como su capital. Pero tal medida no fue aceptada por el resto de los territorios, pues alegaron su lejanía con respecto a otros puntos, lo cual dio lugar a que se crearan dos provincias en 1787; las de Oriente y las de Occidente. Como en ese tiempo se formó el sistema de intendencias, las Provincias Internas de Oriente quedaron sujetas a la Intendencia de San Luis Potosí .
El 27 de julio de 1787, Saltillo y Parras fueron segregadas de la Nueva Vizcaya para incorporarlas a la de Coahuila. Es cuando comienza una rivalidad entre la tradicional capital de Coahuila, la villa de Santiago de la Monclova con la Villa de Santiago de Saltillo, pues ésta también tenía los suficientes méritos como para convertirse en la capital de la provincia. También en éste periodo se establece el Obispado de Linares en lo que se consideraba el corazón geográfico de la región.
Dada la lejanía con la capital del virreinato, hizo que los lazos económicos, políticos, sociales y religiosos de los cuatro estados se estrecharan más. Incluso la región fue representada en 1812 al constituirse las Cortes de Cádiz en España, que tenían la intención de buscar la libertad del Rey Fernando VII y echar a los franceses que se habían apoderado de la península ibérica. Por parte del Nuevo Reino de León asistió el canónigo Juan José de la Garza y por Coahuila y Texas, el Padre Miguel Ramos Arizpe.
También en 1814, el Padre Morelos convocó a la formación de una constitución en Apatzingán. Como nadie acudió por Nuevo León, el Padre Morelos se proclamó representante por éste estado. En ese entonces había seis diputaciones establecidas en la Nueva España, una de ellas con sede en Monterrey con diputados de las cuatro provincias Internas de Oriente: el Nuevo Reino de León, Coahuila, Texas y el Nuevo Santander.
Una vez que México se proclamó como república en 1824, en el Congreso General Constituyente había dos fracciones encabezadas, una por Miguel Ramos Arizpe que pugnaba porque México se convirtiera en un sistema federal y la del Padre Mier que buscaba un sistema intermedio entre el regimen centralista y el federalista.
En el primer congreso constituyente había la esperanza de que las Provincias Internas de Oriente se convirtieran en un estado. Toda vez para asegurar la continuidad política y administrativa que ya se tenían con las diputaciones provinciales. Incluso había un nombre para ello: el Estado Interno de Oriente. Pero de nueva cuenta la rivalidad de Ramos Arizpe y del Padre Mier se trasladó a sus lugares de origen; Ramos Arizpe quería que Saltillo fuera la capital mientras que el Padre Mier quería que lo fuera Monterrey. En este periodo sale a relucir el deseo autonomista de cada una de las regiones. Por ejemplo, Ramos Arizpe ya había logrado que la comandancia militar de las Provincias Internas de Oriente se trasladara a Saltillo.
Pero Tamaulipas no aceptó su inclusión y solo se quedaron Coahuila, Texas y Nuevo León dentro de ese proyecto. Precisamente el Nuevo Santander fue quien rompió con esa balanza: mientras Saltillo y Monterrey movían sus influencias para determinar cual de las dos sería la sede de la nueva entidad, los de Tamaulipas ya mantenían cierto control político dentro de su territorio. De hecho, los de Tamaulipas ya contaban con una diputación provincial desde 1822, aprovechando que había buenas relaciones con Iturbide y ya para 1823, dicho congreso se constituyó en Junta Suprema de Gobierno.
A nivel nacional, el Congreso Constituyente culminó a fines de enero de 1824 la redacción del Acta Constitutiva de la Federación que fue firmada por las nuevas entidades federativas, entre las cuales ya figuraba el estado de Tamaulipas. Se le puso ese nombre en honor a las serranías costeras, haciendo alusión al pueblo que el misionero Andrés de Olmos estableció en el siglo XVI.
El 7 de mayo de 1824 Nuevo León no aceptó formar parte del proyecto del Estado Interno de Oriente y así surgió como Estado Libre y Soberano de Nuevo León y Texas junto con Coahuila como un solo Estado.
Antonio Guerrero Aguilar
Cronista de Santa Catarina