Categoría: Balbuceos

Me invitaron en el barrio de Sonora a una junta de vecinos que se reunirían para charlar con la Lic. Martha de los Santos, concurrí con el supremo deseo de conocerla personalmente, ya que solo sabía de ella a través de los comentarios de los periódicos, y algunas veces que la escuche hablar; cuando llegó: las personas la trataron como una familiar, con una confianza que solamente se le dispensa a alguien que conocen de siempre y con la cual han convivido.

Tengo por costumbre levantarme temprano, me salgo a caminar a la calle y pongo a darle vueltas a la cuadra: hay ocasiones en que lo hago muy de madrugada; esa actitud me ha permitido darme cuenta que aún prevalecen los viejos hábitos, de la gente de bien que se gana la vida trabajando.

Como militante del PRI asistí al mitin que se celebró en la parte poniente del pueblo, llegué temprano para poder ubicarme en un lugar donde pudiera observar toda al acción y así formarme una idea clara de los acontecimientos que ahí se darían.

Todos los seres pasamos por momentos dolorosos cuando un familiar muy querido nos deja, porque ya se cumplió su misión en la tierra.

Estamos viviendo los tiempos políticos que en todo el país se desarrollan, cada Candidato expone sus ideas y hace las promesas que cree convenientes para convencer al electorado para que vote por él.

Después de una larga lucha interna, el Partido Revolucionario Institucional lo ha nominado como su Candidato a la Presidencia Municipal de Sabinas Hidalgo; en la contienda que se tendrá que medir fuerzas con los aspirantes de los diferentes partidos políticos que también anhelan ocupar la silla municipal.

En 1864, en la estancia de Benito Juárez en Monterrey una anécdota muy curiosa de su vida que cuentan: un zapatero que tenía en la calle de Aguacate hoy Allende, cerca del ojo de agua ubicado en las hoy calles de Zaragoza y Allende, su taller de reparación de calzado, acostumbraba vender aguacates de su huerta que tenía en el interior.

Cuenta Guillermo Prieto que Juárez, en el trato familiar, era dulcísimo, cultivaba los afectos íntimos, su placer era servir a los demás, cuidando de borrar el descontento hasta del último sirviente; reía oportuno, estaba cuidadoso de que se atendiese a todo el mundo, promovía conversaciones joviales y después de encender, callaba, disfrutando de la conversación de los demás, y siendo el primero en admirar a los otros.