Mi alma se llenó de tristeza, se agolparon en mi mente los recuerdos de mi juventud, había vivido en una lucha constante en el ser y el querer ser, había pobreza y humildad en mi forma de vida y necesitaba de un tronco flotante que en la avalancha de la existencia me sujetara para salir a flote.
En el trajinar estudiantil se formó por similitud de pensamientos y formas de actuar, un grupo pequeño de jóvenes que queríamos disfrutar de la vida amplia y libremente, a diferencia de los demás, uno de ellos tenía todas las posibilidades económicas para compartir con sus amigos sus bienes, sus dones y su manera de ser: era bullanguero, amigable, juguetón y partidario de las conquistas femeniles.
Los fines de semana le pedía a su papá la camioneta, que se la cedía con todo gusto y nos invitaba a que fuésemos a la pesca a los charcos del río, en espacial al Charco del Lobo, Las Paralelas y La Presita, tenía una red de hilo trenzado propia para la pesca que abarcaba varios metros y con la cual se nos facilitaba cobrar peces de todos tamaños y especies; de antemano íbamos preparados con una vasija grande que él tenía destinada para cocinar los caldos de mojarras, todos aportábamos algo para el guiso: algunos tomates, chile serrano, especias, sal, cebolla, en algunos casos ajos, y las infaltables tortillas de maíz enriquecidas de cuando en cuando con algunas de harina.
Qué lindas comidas hicimos al calor de la charla juvenil, cómo se esfumaron de nuestra mente los malos pensamientos y las actitudes negativas, para llevarnos por un camino de superación y bien. Terminamos la Secundaria y cada quién siguió su destino, él se fue a estudiar Administración de Empresas al Tec de Monterrey y yo me quedé en la Normal de Sabinas, tuvo la deferencia de escribirme de cuando en cuando para contarme sus experiencias en un mundo tan diferente al nuestro.
Los años pasaron, nos titulamos, cada quien en lo suyo y la vida nos llevó por sus caminos de lucha.
Hoy cuando destino nos alcanzó, quiero rendir un tributo de admiración, amistad y respeto a una persona quien sin ser de su clase social me abrió sus brazos y su corazón y me consideró un amigo. Recibe a donde quiera que te hayas ido un tributo sincero de cariño de amistad del último de tus amigos.
DESCANSA EN PAZ
SEÑOR GUADALUPE MORALES COLEMAN
Y para aquellos que formábamos el grupo de la camioneta, que tantas serenatas les dimos a los seres que dormían su último sueño en el panteón; que a tantas muchachas que les paseábamos la calle pretendiendo que nos llevaran en su corazón, a ellos que fueron y son fieles amigos, que rubricaron su vida con el trabajo, y formaron sus familias con amor y sacrificio; para ellos y sus familias porque algunos ya se nos adelantaron en su viaje final, un saludo, de quien ama este terruño, y lo ha exaltado, llevando su nombre con honra por los confines de la patria.
Para ustedes: RODOLFO VILLARREAL GARZA, LUIS GONZÁLEZ MIRELES, RODOLFO DE LEÓN GARZA, ROGELIO DE LEÓN GARZA.
LOS SALUDA CON LA AMISTAD DE SIEMPRE.
SANTOS NOÉ RODRÍGUEZ GARZA
Sabinas Hidalgo, Nuevo León, a 31 de enero de 2009.