Y aún hay más, en otro juego del equipo el “Nogal”, todavía hay quien comente, aquel incidente, cuando el jardín derecho, todavía no tenía dueño y era celosamente resguardado por el pesado jugador: Sergio Morales Guadiana.
Para no quedarse atrás, en algunos aspectos de los mencionados, Carlos Viejo González, patrullaba el jardín central. (Se le había descubierto, que esas posiciones eran las idóneas para su calidad defensiva),
Y que sale un batazo, más elevado que la línea, matemáticamente, a mitad del terreno de ambos jardines y distante del home como a unos 53 metros y no que decir, Carlos corrió hacia su izquierda y Sergio hacia la derecha, para que se entienda mejor, corrían a cien por hora y se encontrarían a unos 4 ó 5 segundo y así fue.
Se encontraron y chocaron frente con frente y cada uno cayó de espaldas en el zacate, desmayado y en contra de como iban corriendo a atrapar a la pelota, que ni la alcanzaron a rozar y cayó al zacate y siguió rodando.
Mientras tanto, como en el incidente anterior, (bien se podría decir, “que perdidos y de pilón aporreados”), los corredores, que estudiaban en las bases “volados” y corrían como “venados”, y hasta el bateador del elevado, pegó jonrón de campo. (Otro más, no faltaba más).
Algunos jugadores del equipo “Del Nogal”, no hallaban a quien auxiliar, si Carlos o a Sergio, otros; como los del cuadro, pedían a gritos, que aventaran la pelota para detener el carreraje. Pero la pelota, nadie la recogió y todos arribaron a home, un juego más perdido, no tenía menor importancia. (Como decía Arturo de Córdoba). Total, una vez más, como quiera perdían.
Después del sobresalto, entraron dos jardineros por los accidentados y el juego siguió su curso.