Como ya se dijo del softbol de 1955, allá en el plan del río Santa Catarina, (la unidad deportiva más grande del mundo) en Monterrey, Nuevo León, conviene recordar que el equipo varonil de la Escuela Secundaria Profr. “Antonio Solís” de ese año, se alzó con el triunfo estatal, parece que por primera y única vez para Sabinas, (los alumnos habían arrasado con todos los campeonatos de intersecundarias foráneas) y bien podría decirse, que si hubiera o hubiese participado en otros deportes o juegos, que no se hacían, hubieran ganado de seguro, como decían sus maestros. –Estos son buenos para todo. (Hasta para las canicas). El equipo femenil obtuvo el subcampeonato. Y estuvo dirigido por los profesores: Dante Chapa Villarreal y Javier Arturo Solís Montemayor.
El equipo varonil, había sido entrenado y dirigido por el Profr. Jorge Mascareñas Valadez y entre sus jugadores estaban: lanzadores, Benito López Valadez, Manuel Pérez Camacho y Nicolás Ortiz, cátchers Miguel Garza Durán y Antonio Montemayor Soto, primera base Rubén Eugenio Solís Montemayor, Luis Lauro Alanís segunda base. Carlos Viejo González en la tercera base, Héctor Benito Ríos Flores short stop o parador corto, Omar Flores jardinero izquierdo, Manuel Carrillo Santillán jardinero central, Gustavo Treviño García jardinero derecho y short hitero Albertano de los Santos Viejo. (Sabinas pelearía el título con Gral. Bravo).
Lo anecdótico vino, cuando cerraba la siempre fatídica séptima entrada, el equipo representativo de la escuela secundaria de General Bravo. Sabinas estaba arriba en la pizarra y solamente hacía falta a la defensiva realizar, hacer o efectuar un miserable out y que a la ofensiva los bravenses, querían vender cara la derrota y amenazaban con anotar, parece que había corredores en los senderos listos para llegar a la tierra prometida.
Hizo el último lanzamiento Benito y Miguel, que era el cátcher, vio que el bateador sacó un foul arriba de su cabeza, la pelota caía girando y como que se movía. Miguel pensó:
-Si la agarro con el guante, se me puede caer, mejor la atrapo con las “manos pelonas”.
Inesperadamente, así fue, aventó el guante al suelo, esperó que la pelota estuviera a su alcance, la atrapó con ambas manos, la aprisionó contra su pecho para protegerla y asegurarla y se oyó que el ampáyer decía:
– ¡Out!
Y out se quedó.
El manager de Bravo, jugadores, profesores, padres de familia y hasta el público se echó literalmente sobre el ampáyer y sobre los sabinenses y ante aquel remolino de gente y de protestas, se oyó que Jorge gritaba fuertemente:
-¡Córranle, porque los linchan, súbanse al camión y ciérrenle las ventanillas!
-Dicha orden, fue atacada a todo galope. Las protestas y discusiones siguieron por un buen rato y Sabinas a pesar de todo, fue como quiera campeón de softbol.
Una vez más, las palabras salen sobrando y en tremendo susto había metido Miguel a los sabinenses, como se diría años después:
-¡Eso fue para variar! y romper con la aniquilante rutina.