Parece que fue ayer, aquel 20 de Noviembre de 1964, fecha en que se corrió la I Carrera de Automóviles Ford 4 y Tipo “Rally”, donde se debía sostener una velocidad de 30 kilómetros por hora y como los automóviles, ya no traían velocímetro, se les permitió llevar un copiloto, con pluma o lápiz y libreta únicamente.
Como llegara un poco tarde Felipe Alvarado, a quien le tocó el número 12 en la puerta derecha, no alcanzó a darse cuenta de la velocidad constante. En ocasiones, imprimía más velocidad a su bólido modelo 1930 y volaba una gallina, desaceleraba y él creía que iba muy despacio y volvía a repetir la operación y volaba otra gallina. Y ni modo de detenerse a recogerlas, había que hacer honor, pues era “El Rayo de Garza Ayala”, su apodo.
Todavía cuenta él, que perdió la carrera, ya que empató en sexto lugar con Mauro Villarreal, pero; perdió también las gallinas.
Cabe aclarar, que como era comerciante de la comunidad de Garza Ayala, venía a vender las gallinas que las traía amarradas de las patas y como no estaban acostumbradas a tanta velocidad, se pusieron nerviosas y alzaron el vuelo en plena carrera. Todavía, sigue creyendo que los jueces Benito López Valadez, Miguel Garza Durán y Manuel Pérez Camacho, fueron algo o mucho injustos con él. Es obvio que ese día festivo por cierto, en alguna vivienda de la población, comiera aquel platillo inesperado, pero bien recibido.