Para El Borrado y Rosy, un abrazo solidario.
La Energética es una reforma que, gracias a todo lo que se ha dicho y escrito sobre el tema, ha levantado mucha expectativa entre la ciudadanía, esperando que en realidad se refleje en sus bolsillos, y, por ende, en su economía familiar, lo que podría suceder si, entre otras cosas, bajan los precios del gas, la gasolina y la luz.
Claro que también existe el temor de que los verdaderos ganones resulten los mismos de siempre, o sea, algunos funcionarios y empresarios, que podrían aprovechar la ocasión para seguir incrementando sus bienes y cuentas bancarias.
En ese tenor, es probable que hayan leído o escuchado recientemente sobre el escándalo desatado por el caso de la empresa Oceanografía, el cual, de acuerdo a la información difundida hasta ahora, tuvo su auge durante los dos sexenios panistas y están embarrados prominentes miembros del albiazul.
Ante las investigaciones que al respecto han emprendido las autoridades federales, los senadores panistas manifestaron su rechazo a continuar con la negociación de las leyes secundarias de la mencionada reforma energética.
Ello no es más que un modo de presión y chantaje para tratar de que ya no se hagan olas y salvar a los suyos, que de esa manera, quedarían impunes.
Así las cosas, condicionando su apoyo, sin importarles solapar actos de corrupción y a quienes los cometieron, los panistas muestra, una vez más, su verdadera cara.