Seguramente usted se haya enterado de los problemas que surgieron en el área metropolitana de Monterrey a raíz del incremento en las tarifas del transporte público de pasajeros acordado por las autoridades estatales.
Las protestas no se hicieron esperar por parte de los usuarios, algunos de los cuales realizan un gasto importante para el traslado diario a sus centros de trabajo o de estudio.
Los usuarios argumentan, y con razón, que los concesionarios raramente han cumplido con sus compromisos cada vez que les han autorizado un aumento en el costo del pasaje, pues infinidad de camiones siguen siendo auténtica chatarra rodante y los choferes unos Cafres.
Esta ocasión, sin embargo, salieron en su defensa los Alcaldes panistas del área metropolitana, quienes criticaron el incremento y anunciaron que tomarían algunas medidas, entre las que mencionaron la implementación de operativos para vigilar que se cumpla con el reglamento vial, señalando en este punto el que los choferes respeten el límite de velocidad, que porten tarjeta de circulación y licencia, ofreciendo retirar de la circulación los camiones en mal estado.
En este caso, la pregunta obligada es porqué hasta ahora les dio por implementar este tipo de operativos si el problema no es nuevo, y en cuanto a las actuales autoridades municipales, éstas ya tienen poco más de un año en el poder.
La respuesta es simple, se trata de golpear y de hacer ruido de cara al proceso eleccionario del próximo año, cuando se elegirá al sucesor del Gobernador Rodrigo Medina, cargo al que aspira la Alcaldesa de Monterrey, Margarita Arellanes, quien encabeza a estos modernos quijotes, que, a decir verdad, no la brincan sin huaraches.
Castellanos
Miembro de la Asociación de Escritores de Sabinas Hidalgo