En el mes de octubre del año recién concluido, el Partido Acción Nacional puso en marcha un programa de reafiliación con el propósito, según se anunció, de depurar su padrón.
Y es que a raíz del triunfo de Vicente Fox en el 2000, al PAN se acercaron miles de personas buscando un lugar en el seno del albiazul.
De esta manera, miembros de otros partidos, particularmente del PRI, que poca o ninguna oportunidad tuvieron o tenían de acceder a un cargo de elección popular, o, cuando menos, de llegar a formar parte del organigrama de alguna administración municipal, estatal o federal, vieron que en el PAN, por su reducida membresía, podrían ver cumplido su deseo con mayor facilidad.
Y fue así como algunas personas llegaron a ocupar diversos cargos, incluso de elección popular, como alcaldías o diputaciones, pero desplazando a panistas de toda la vida, cuyos méritos y trayectoria no fueron tomados en cuenta.
Pero la estrepitosa derrota de Acción Nacional en julio del 2012 parece que vino a poner las cosas en su lugar, lo que se reflejó en el hecho de que el nivel de reafiliación fue notoriamente mayor entre los miembros activos.
Así las cosas, trascendió que, mientras entre los activos, la reafiliación alcanzó el 85 por ciento, en los adherentes fue tan sólo del 15 por ciento, lo que a decir de connotados panistas, puso en evidencia que, en su gran mayoría, éstos fueron meros advenedizos u oportunistas que se acercaron al partido sin más interés que satisfacer una ambición personal.
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Miembro de la Asociación de Escritores de Sabinas Hidalgo