Por razón de mi trabajo, puedo afirmar que una situación que se presenta con frecuencia tiene que ver con quienes venden un vehículo y no realizan el tramite correspondiente.
En estos casos, lo correcto, y mas recomendable, es acudir a cualquier Delegación del Instituto de Control Vehicular a tramitar el cambio de propietario o la baja de placas.
Esto último debe hacerse sobre todo cuando el vehículo que se enajena lo van a llevar a otro estado, pues si el comprador reside en la misma ciudad que el vendedor, o en cualquier otro municipio de Nuevo León, basta con hacer el cambio de propietario, sin necesidad de dar de baja las placas, las cuales, luego de realizado el trámite, quedarían a nombre del nuevo dueño.
Dichos trámites son sencillos, y efectuarlos oportunamente evitarían futuros problemas y dolores de cabeza.
Al respecto, con frecuencia, ocurre que alguien vende un vehículo y por ignorancia o exceso de confianza no realiza el cambio de propietario o la baja de placas, por lo que dicho vehículo sigue a su nombre y, por lo tanto, en el padrón vehicular continúa apareciendo como dueño del mismo.
Así las cosas, si el mencionado vehículo participa en algún accidente o es utilizado para cometer algún delito, ello puede acarrearle serios problemas al dueño original, o sea, aquél a cuyo nombre siguen figurando las placas.
También es muy común que a partir de que un vehículo pasa de manos (sin el tramite respectivo), dejen de pagarse los refrendos anuales y ello ocasiona; que se acumule un adeudo del que tendrá que responder la persona a cuyo nombre figuren las placas, único responsable ante el Instituto de Control Vehicular de liquidar el crédito fiscal a su cargo.
Por lo anterior, si desea evitarse problemas, la recomendación es que se debe ser muy cuidadoso a la hora de vender un vehículo y acudir de inmediato a realizar cualquiera de los tramites mencionados.
Castellanos
Miembro de la Asociación de Escritores de Sabinas Hidalgo