La predicción empieza a tomar forma y Andrés Manuel López Obrador se enfila a su tercera candidatura consecutiva en pos de la Presidencia de la Republica.
A tal conclusión se llega luego de que el tabasqueño anunciara su separación del Movimiento Progresista, integrado por PRD, PT y Movimiento Ciudadano, quienes lo apoyaron en las dos ocasiones anteriores.
Su nuevo intento sería a través del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que, con toda seguridad, se convertirá en un partido político luego de que así lo determinen en el congreso nacional anunciado para el 19 y 20 de noviembre próximo.
En este caso, existe la posibilidad de que tanto el PT como Movimiento Ciudadano sigan, por conveniencia a López Obrador en su nueva aventura; no así el PRD, que, aunque mucho de lo que ha logrado, electoralmente hablando, se lo debe al tabasqueño, cuenta en sus filas con personajes que para el 2018 estarían puestísimos para jugársela por este partido.
Entre ellos, desde ahora puede anotarse a Marcelo Ebrad, a Lázaro Cárdenas Batel y a Miguel Ángel Mancera, quienes tendrán alrededor de seis años para buscar consolidarse en una opción capaz y atractiva para el electorado nacional, lo que no es cualquier cosa, y en lo que López Obrador les lleva una amplísima ventaja.
¿Cuánto perjudicara a la izquierda esta separación? Ello se verá en futuras elecciones, como también podría verse de qué manera capitalizan el PAN y el PRI esta coyuntura.
Por lo pronto, mucho tendrá que ver la actuación de la próxima administración federal encabezada por Enrique Peña Nieto, pues si las cosas continúan como están, seguirán propiciando y alimentando el descontento de las clases más desprotegidas, que suman millones, y que es de donde se nutre el movimiento lopezobradorista. Veremos y diremos.
Castellanos
Miembro de la Asociación de Escritores de Sabinas Hidalgo