En una de las reuniones de la Asociación de Escritores, el Profesor Santos Noé nos entregó copia de un escrito que le llegó por correo electrónico, cuya autoría corresponde al señor César Lozano, el cual tituló: "Se nos pasó la mano".
En el párrafo inicial se lee: "En alguna ocasión leí que todos tenemos durante la vida ciertos momentos de locura donde no medimos las palabras ni las acciones y podemos cometer errores imperdonables".
Refiriéndose al "terrible acontecimiento suscitado en el Casino Royale de Monterrey que costó la vida a 52 personas inocentes", el autor señala que "cualquier droga puede ser el detonante para cometer actos de locura, pero tiene que haber existido en el pasado de esas personas muchos otros momentos de locura".
"Se nos pasa la mano como padres consecuentes al celebrar con una sonora carcajada cuando un niño dice alguna palabra altisonante y si nos olvidamos de hablar directamente con nuestros hijos y poner límites en los momentos precisos y sin miramientos".
Afirma el autor, que "toda esta violencia que padecemos empezó en un hogar. Ahí se forjan personas amables o déspotas, honestos o corruptos, sinceros o mentirosos y amorosos o violentos".
Como miembros de la sociedad estamos muy alarmados por el nivel que ha alcanzado la violencia y el incremento de hechos delictivos de diversa índole, y extrañamos la tranquilidad que disfrutábamos hace algunos años, anhelando que regresen los tiempos de paz.
Sin embargo, a lo mejor inadvertidamente, en diversos ámbitos (el hogar, la escuela, la oficina o centro de trabajo), realizamos, de palabra u obra, acciones que no abonan un ápice a crear o mantener un ambiente de unión y concordia con quienes nos rodean, y así, de nada sirve quejarnos de lo que pasa afuera si en el entorno en el que nos movemos cotidianamente vivimos como perros y gatos.
Castellanos
Miembro de la Asociación de Escritores de Sabinas Hidalgo