“La política es un acto de equilibrio entre la gente que quiere entrar y aquellos que no quieren salir”.
Como una demostración de que por amor se es capaz de cualquier cosa, el Presidente de Guatemala y su esposa presentaron una demanda conjunta de divorcio para que la Primera Dama pueda ser candidata en las presidenciales del próximo año.
La nota periodística, publicada el martes 22 de marzo, señalaba que la demanda de divorcio de mutuo acuerdo se presentó el día 11 del mismo mes, según información proporcionada por el vocero de la Corte Suprema de Justicia de aquel país.
Los protagonistas de esta historia de amor tomaron la decisión en virtud de que la Constitución guatemalteca impide la reelección del jefe de Estado, así como las candidaturas de los parientes de cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad del Mandatario.
Así las cosas, el amor por el poder llevó al Mandatario guatemalteco y a su esposa a un divorcio por conveniencia, pues, de esa manera no habrá ningún impedimento legal para que ésta pueda ser candidata a la Presidencia, con lo que podrían seguir al frente de su país.
Al respecto, todavía se recuerda cuando en las postrimerías del sexenio de Vicente Fox, se empezó a hablar de la posibilidad de que su esposa, Marta Sahagún, fuera la candidata del PAN en la elección de donde surgiría el sucesor del guajanuatense, lo que, finalmente, no prendió, a Dios gracias.
A nivel municipal, en Nuevo León se han dado casos de sucesión entre familiares, particularmente entre cónyuges, algo que si legalmente es permitido, es reprobable. Por algo dicen que “No hay moral en la política, sólo conveniencia”.
Castellanos
Miembro de la Asociación de Escritores de Sabinas Hidalgo