En la elección presidencial del 2006, el entonces Presidente, Vicente Fox, se inmiscuyó de manera tan abierta y descarada que el Tribunal Federal Electoral estuvo a punto de declarar nulo el proceso.
Y por si alguna duda quedaba, Fox aceptó, y así lo declaró recientemente, haber cargado los dados a favor de Calderón, acción que catalogó de democrática.
Entre paréntesis, cabe señalar que con todo y eso, Felipe Calderón logró un triunfo muy apretado, donde la diferencia fueron los votos que aportó la gente de la lideresa magisterial, Elba Esther Gordillo, cuyo apoyo fue pura conveniencia, pues con el abanderado priísta estaba peleada y un triunfo del perredista era contrario a sus intereses.
En ese tenor, en el evento realizado para festejar el cuarto año de Gobierno del Presidente Felipe Calderón y una década del PAN en el poder, el Primer Mandatario lanzó fuertes críticas con clara dedicatoria al PRI.
Miembros de la oposición y diversos columnistas y analistas políticos han opinado que el discurso de Calderón tuvo un claro tinte partidista y que actuó más como Presidente de su partido que como Jefe de Estado.
Al respecto, cabe decir que no es la primera ocasión, y por lo visto no será la última, en que el Presidente Calderón actúa o se comporta de manera parcial para beneficiar a su partido o a candidatos panistas.
Obviamente, la actitud del Primer Mandatario nos recuerda a Fox y es un indicio clarísimo de lo que podemos esperar en los procesos eleccionarios del próximo año, y, principalmente, en el 2012.
Castellanos
Miembro de la Asociación de Escritores de Sabinas Hidalgo