Aunque parezca un contrasentido, existen personas con un alto nivel académico, pero carentes de educación, y hay personas analfabetas, que muy apenas saben escribir su nombre, y a veces ni eso, pero muy educados.
Aunque parezca un contrasentido, existen personas con un alto nivel académico, pero carentes de educación, y hay personas analfabetas, que muy apenas saben escribir su nombre, y a veces ni eso, pero muy educados.
Entre los valores que, por desgracia se han ido perdiendo, y en lo que mucha culpa tenemos los padres, está la cortesía, parte esencial de las buenas costumbres que antaño eran más comunes.
En lo personal, tengo muy grabado en mi memoria lo que mis padres me inculcaron acerca de la manera correcta de contestar a una persona mayor que me preguntara algo.
Nunca contestes, me decían, solamente con un “no” o “sí” a secas; siempre dí no señor o sí señor, o señora, dependiendo de quien me hubiera hecho la pregunta.
Igualmente me aconsejaban saludar, pedir las cosas por favor, dar las gracias, así como no interrumpir o intervenir en la plática de los adultos, a menos que se me preguntara algo.
Claro, al fin niño, seguramente no siempre actué de la manera indicada, lo que me valió mis buenas llamadas de atención, aunque, a fin de cuentas, reconozco que los consejos y, sobre todo, el ejemplo de mis padres, me han sido útiles a lo largo de mi vida.
Finalmente, aunque muchas cosas han cambiado, llama la atención y da gusto encontrar y ver a jóvenes que hablan y actúan con toda propiedad, prueba fehaciente de que no todo está perdido.
Castellanos
Miembro de la Asociación de Escritores de Sabinas Hidalgo