Con las excepciones de rigor, quienes estuvieron al frente de los Ayuntamiento hasta hace alrededor de una semana, concluyeron sus gestiones en medio de serios cuestionamientos y críticas por lo que hicieron, pero también por lo que no hicieron.
Con las excepciones de rigor, quienes estuvieron al frente de los Ayuntamiento hasta hace alrededor de una semana, concluyeron sus gestiones en medio de serios cuestionamientos y críticas por lo que hicieron, pero también por lo que no hicieron.
Ello sólo demuestra lo ingrata quede ser la labor del gobierno y lograr el reconocimiento unánime.
Desgraciadamente, con su actuación algunos Alcaldes y funcionarios de las administraciones saliente se ganaron a pulso la repulsa o las críticas negativas de los ciudadanos, en algunos casos hasta de miembros de su mismo partido.
Esto último no es muy común, pues, salvo cuando existen rencillas personales, generalmente los miembros de un partido cobijan al alcalde emanado de sus filas y justifican y defienden su desempeño a capa y espada.
Por eso es muy significativo el hecho de que reconocidos militantes de equis partido critiquen ácremente al Alcalde, aún y cuando sea correligionario suyo.
Un ejemplo por demás ilustrativo de lo anterior se vio en Monterrey, donde el Alcalde saliente, Adalberto Madero, realizó una labor muy cuestionada de principio a fin.
Independientemente de que con su desempeño Madero se ganó a pulso las críticas de propios y extraños, el hecho de que Monterrey sea la capital del Estado y él figurara entre los aspirantes a la Gubernatura, de alguna manera ha de haber influido en el bombardeo a que fue sometida su administración.
Así las cosas, sabemos que los nuevos Alcaldes inician su gestión en medio de grandes expectativas y buenos deseos, sólo el tiempo nos dirá cómo terminarán.