Diariamente me gusta leer las columnas de varios periodistas cuyos escritos se publican en diversos periódicos.
Diariamente me gusta leer las columnas de varios periodistas cuyos escritos se publican en diversos periódicos.
Sin necesidades de mencionar sus nombres, es obvio que son personas muy preparadas, y, sin embargo, por ahí en alguna ocasión, según lo señalaron ellos mismos, se les “cerró el mundo” y se les dificulto encontrar tema para sus columnas.
Así las cosas, si eso les ocurre a reconocidos columnistas, qué se puede esperar de alguien como su servidor, que, si bien siempre me ha gustado escribir, no paso de ser un simple aficionado, aunque con suerte.
Y señalo esto por el privilegio que tuve, y tengo, de que doña Josefina y el profesor Jorge me hayan brindado la oportunidad y me permitan escribir mis ocurrencias en este semanario Semana Regional.
Obviamente, uno escribe con la esperanza de que alguien te lea, y en lo particular, me consta, porque me lo han dicho, que tengo más lectores que Catón, porque él siempre menciona y agradece a sus cuatro lectores, y yo tengo, mínimo cinco o seis.
Y aunque algunos me dicen que no siempre están de acuerdo con lo que escribo, aún así leen mi columna y me animan a que siga escribiendo.
Sin embargo, sucede de repente que no se me prende el foco, como ahora, y no se me ocurre ningún tema para escribir mi columna, por lo cual pido disculpas a quienes hacen el favor de leerme, esperando que la próxima semana todo vuelva a la normalidad.