Sin lugar a dudas, uno de los partidos fuertes de México es el de la abstencionistas.
Sin lugar a dudas, uno de los partidos fuertes de México es el de la abstencionistas.
Así lo reconocen miembros de la sociedad civil, dirigentes partidistas y hasta los propios candidatos que participan en la contienda electoral que tiene lugar actualmente.
Varias pueden ser las causas de esta situación, pudiendo mencionar entre ellas al desencanto de la ciudadanía por tantas promesas incumplidas.
También está la desconfianza que genera la designación de candidatos ineptos, ambiciosos, inexpertos o de dudosa reputación.
De igual forma puede señalares la frustración que nace de ver a funcionarios corruptos de todos colores saquear impunemente una y otra vez, el erario, valiéndose para ello de diversas artimañas y seguir tan campantes dentro del servicio público.
Aunque también puede ser una combinación de todo lo anterior, lo cual tiene harta a la ciudadanía al ver que las cosas no cambian a pesar de las múltiples promesas y ofrecimientos en tal sentido.
O simplemente se debe a al apatía y al importamadrismo de mucha gente, que muestra un lamentable desinterés en lo que atañe a los procesos eleccionarios, argumentando que eso ni les va ni les viene.
Al respecto, debemos estar consientes de que las decisiones de los gobernantes, y lo que éstos hagan o dejen de hacer, puede influir, negativa o positivamente, en nuestro entorno familiar, laboral y comunitario.
Por eso es indispensable no quedarnos totalmente al margen de los procesos electorales, al menos en lo que concierne a nuestra participación como votantes.
Votar es una buena opción para expresar nuestra opinión. Acudamos a las urnas este 5 de julio y hagamos la parte que nos corresponde.