Vaya escándalo que se armó a raíz del desplegado publicado por la Iniciativa Privada de Monterrey, a través del cual denunciaron la “corrupción sin limites” imperante en la administración municipal que encabeza Adalberto Madero.
De acuerdo a lo que ha ido saliendo a la luz, personal de la Secretaria de Desarrollo Urbano solicita moches millonarios para aprobar o agilizar diversos trámites, entre los que se cuentan cambios de uso de suelo, autorizaciones de fraccionamientos y permisos de construcción.
Al respecto, el ex Secretario General durante la administración de Fernando Canales, José Luis Coindreau, señalo que es evidente que Adalberto Madero, o no quiere, o no puede acabar con la corrupción.
“En las dos estás frito, si no quiere será porque se beneficia de ella, si no puede pues será por ineptitud”-
Como era de esperarse, Madero se deslindó inmediatamente de tales corruptelas, y llamó golpeteo político a la campaña en su contra orquestada, según dijo, por sus adversarios que, siendo de su mismo partido, ven en riesgo sus intereses políticos.
Y puede tener razón el Alcalde Madero en su apreciación, pues no se puede negar su alto nivel de popularidad. Algo que debe tener nerviosos a sus correligionarios que también aspiran a la Gobernatura.
Pero una cosa no borra la otra, o sea, que será muy popular, pero también es innegable que en su administración existe la corrupción, y que, como dijo Coindreau no ha querido o no ha podido erradicarla.
Lo cierto es que, a raíz de este “oportunismo” denuncia, va a ser más difícil que Adalberto Madero logre ser nominado por el PAN, aunque nos e descarta que otro partido logre la oportunidad para postularlo y vea así cumplido su deseo de ser candidato, aunque ello no le garantice alcanzar su máxima espiración.