Hace unas semanas, el Gobernador Jose Natividad González Parás, envió al Congreso una iniciativa de reforma electoral que, entre otras cosas, propone la reelección de Diputados y Alcaldes.
Como era de esperarse, dicha propuesta provocó comentarios a favor y en contra, y aunque es poco probable que prospere, cuando menos ha servido para que el tema se discuta por si llegara a ofrecerse más adelante.
Sobre el particular, quienes ven positiva la reelección, sostienen que, en el caso de los Alcaldes, ello les daría más tiempo para desarrollar sus proyectos, a los Diputados, de sacar adelante todos los asuntos de la agenda legislativa, tomando en cuenta, en ambos casos, que a mayor tiempo en el cargo más experiencia adquirirían, lo que supondría una mejor y más rápida atención a sus respectivas responsabilidades.
Sin embargo, los que se oponen a la reelección aducen que sería contraproducente que se quedaran más de tres años quienes no hagan o no tengan méritos para estar ni doce meses en el cargo, en cuyo lapso ya quisieran verlos fuera por maletas o corruptos, o por ambos motivos.
Claro que para repetir en el cargo tendrían que participar en una elección, en la que, a pesar de todo, contarían con ciertas ventajas que da el poder, aunque finalmente, si todo se lleva a cabo con absoluta rectitud, serían los ciudadanos quienes tendrían la última palabra.
Y ya metidos en gastos, en la reforma también podría incluirse que a la mitad del trienio se realizara una consulta pública para ver si continúan en el cargo o, como dice la canción del Grupo Pesado, se van a “chillar” a otra parte.