Comentaba en una columna anterior que los políticos raramente esperan los tiempos oficiales que marca la Ley de la materia para ir en pos de un cargo de elección popular, pues empiezan a moverse en cuanto termina un proceso.
Así, los que se quedan en la orilla vuelven a la lucha con renovados bríos, y quienes ganan en las urnas empiezan a moverse en busca del siguiente escalón en cuanto toman posesión del cargo por el cual contendieron.
Hablando del PAN, y con la renovación de Ayuntamientos y el cambio de estafeta en la Gubernatura de nuestro estado a la vista, ya hay varios albiazules que han reconocido, por sí o a través de colaboradores y hasta familiares, que desean ser los sucesores de Rodrigo Medina.
Tenemos, por ejemplo, a la Alcaldesa de Monterrey, Margarita Arellanes, cuyas acciones durante el año y cinco meses que lleva en el cargo están encaminados en tal sentido, y hasta su mamá en franca alusión a su hija, ha pronosticado que el PAN va a regresar “en tacones” a la Gubernatura.
También el Alcalde de San Pedro, Ugo Ruiz, está entre los aspirantes, al igual que el Ex Alcalde de dicho municipio, Fernando Margáin, más los que se vayan agregando a la lista de aquí a que se abra oficialmente el proceso.
Alguien que hubiera sido un buen candidato por el PAN, acaba de renunciar al partido; me refiero al ex Senador y ex Gobernador interino, Fernando Elizondo.
Así las cosas, ante las crisis de valores y la problemática al interior del PAN estatal, quien finalmente resulte nominado por este partido como candidato o candidata a la Gubernatura, no la tendrá nada fácil.