La suerte no lo abandona por completo ya que después de haber recibido su título, se inicia un intercambio cultural entre los Estados de Nuevo León y Texas, logrando ser seleccionado entre los diez primeros lugares estatales para participar en este interesante intercambio, trabajando durante este ciclo escolar 1968-1969 en el High School de la Joya, del Condado de Hidalgo, Texas; emprendiendo esta nueva aventura de su vida al lado de tres compañeros, también recién egresado de la Normal de Sabinas Hidalgo, siendo ellos: Ovidio Ibarra González, Socorro Garza Chapa y Juanita Carreón Vázquez; todos ellos enviados por la Secretaría de Educación Pública del Estado, con la obligación de desarrollar un programa bilingüe, en el cual solo deberían hablar el idioma español.
Por este año de servicio educativo en aquella ciudad texana, firmó un contrato por cinco mil dólares, recibiendo mensualmente la cantidad de cuatrocientos dólares, reconociendo tiempo después que este proyecto no funcionó al cien por ciento, pero aún así pudo lograr algunas metas importantes como la de formar un Club de Español integrado por estudiantes texanos para quienes gestionó la visita de un grupo coral de la Sección 50 del SNTE de la ciudad de Monterrey, el cual realizó varias presentaciones por el Condado de Hidalgo.
Al concluir aquel período escolar, una vez mas sale a relucir el liderazgo que siempre llevaba muy adentro, al lograr después de vencer muchos obstáculos, que aquel Club de Español, realizara una excursión a la ciudad de Monterrey, viaje que se extendió por tres días de convivencias con las autoridades educativas, donde los jóvenes estadounidenses conocieron usos y costumbres de los habitantes de la parte norte de México, quedando gratamente admirados de la existencia de grandes cantidades de empresas, centros educativos e industrias de esta ciudad llamada acertadamente "La Sultana del Norte". De esta manera el Profr. Santiago, al organizar para sus alumnos estas actividades, estaba cumpliendo a cabalidad con la misión de todo buen maestro: educar para la vida.
Finalizado aquel contrato de trabajo se regresa a su hogar y sin pensarlo mucho en el mes de julio de 1969, ingresa a la Escuela Normal Superior del Estado, "Moisés Sáenz Garza", en la ciudad de Monterrey, iniciando los cursos intensivo en la especialidad de Pedagogía. Al concluir el primer grado de ese verano, es enviado como maestro de planta en el mes de septiembre a la Escuela Primaria "Benito Juárez", del poblado Rodríguez de Ciudad Anáhuac donde le fue asignado el sexto grado, mismo que estaba integrado por treinta y cinco varones, acontecimiento que lo llenó de alegría y la gran satisfacción de llegar a su pueblo natal, ahora en forma distinta, como todo un profesional de la educación, como una persona exitosa y triunfadora, quedando muy atrás, en el pasado, las decepciones, frustraciones y los momentos amargos, ahora la vida le empezaba a sonreír y mas aún estando trabajando en aquel centro educativo dirigido por la maestra, por su maestra de la infancia a la que tanto admiraba y reconocía: la Profra. María de los Ángeles Ortiz.
Profr. Otoniel Arrambide Villarreal
Miembro de la Asociación de Escritores de Sabinas Hidalgo