I).- La Leyenda de Pancho Villa.
El 5 de Junio de 2012 se cumplieron 134 años del natalicio de Doroteo Arango; el 20 de julio de 2012 se cumplen 89 años del asesinato del Gral Francisco Villa. A pesar del tiempo transcurrido, este personaje de la Historia de México sigue siendo tema de discusión y polémica: para algunos es un héroe, para otros un bandido; para algunos fue un gran militar y para otros fue un simple pistolero. Si hacemos una encuesta entre los mexicanos encontaremos que de cada 10 personas, 9 estan a favor de Villa y una en contra; tener un 90% de las preferencias es tener popularidad y Pancho Villa la tuvo y la seguirá teniendo, aunque le duela a la minoría, ¡Viva Villa!.
Villa en la silla presidencial, acompañado por Zapata.
Francisco Villa es una héroe legendario en México y en casi todo el Mundo. Los epítetos con los que ha sido llamado, nos dan una idea de lo que Villa ha representado en nuestra história y en el ámbito de la leyenda nacional: “Centauro del Norte”, “Napoleón Mexicano”, “Bandolero Divíno”, “El Robin Hood Mexicano”, “Brazo Armado de la Revolución”, “Pacificador de México”, “El Vengador de Madero”, “Genio Militar”, “Reformador Social”, “Alma de Jaguar”, “Bandido”, “Robavacas”, “Feroz cabecilla”, “Sentimental y Plañidero”, “Bandido Justiciero”, “Amante cumplidor”, “Rayo y Azote”, “Valiente General”, “Ariete de la Revolución”, “Jefe de la División del Norte”, “Extraordinario administrador”, “Comandante Supremo de los Ejércitos Convencionistas”, “temible Guerrillero”, “Fiera Herida”, “Pancho Pistolas”, “Guerrillero Genial”, “Audaz Guerrillero”, “Ojo de hormiga”, “Quinto Jinete del Apocalipsis”, “Cincinato de Canutillo” y otros.
Villa fue una enigmática personalidad multifacética, podía ser: bueno o malo; amoroso o rencoroso; simpático o antipático; querido u odiado; filántropo o asesino; amigo o enemigo; compasivo o cruel; tierno o terrible; magnánimo o implacable; estratega o instintivo; táctico o improvisador; sereno o violento; imperturbable o impulsivo. Sicólogos y Siquiatras batallarían para entender y explicar una personalidad así.
En 1937 el coronel Alberto Salinas Carranza escribió, en su libro ‘La Expedición Punitiva’, su opinion sobre Francisco Villa: “Milité en el campo contrario a Villa y sin embargo no quiero demostrarlo, ni exhibirlo como es la moda actual, como un bandido vulgar. Lo presento como fué, con rasgos de grandeza indiscutible, generoso, valiente, activísimo, decidido, audaz y también cruel. Nunca aváro, nunca ladrón, nunca egoísta.”
La historia de Villa tiene tantos matices y pasajes inverosímiles, que se pudiera pensar que es un personaje fictício salido de la pluma de un fabuloso novelista; pero no, Villa fue personaje de la vida real, tan humano, tan natural y tan imperfecto como cualquier otro hombre, Villa pisó los umbrales de la gloria, la que no alcanzó por su incultura y rudeza; en cambio, Pancho Villa con su extraordinario carisma entró en el pintoresco campo de la leyenda, por lo cual ha sido tema popular y taquillero de inumerables libros, fotografias, corridos, películas, radionovelas y videos.
En el Libro ‘La Revolución Mexicana a traves de los Corridos Populares”, Don Armando de Maria y Campos recopiló los corridos mas famosos en dos volumenes. Madero, Villa y Zapata son los caudillos con mas corridos en su honor, porque son verdaderos héroes populares: “El alma del pueblo canta/ a sus héroes en corridos/ y jamás entona nada/ para los héroes fingidos”.
II).- Los orígenes de un caudillo.
Francisco Villa nació el 5 de junio de 1878, en el rancho “Rio Grande”, actualmente conocido como “La coyotada”, municipio de San Juan del Rio, en el estado de Durango. Sus padres fueron Agustín Arango Vela y Micaela Arámbula Alvarez, quienes lo bautizaron con el nombre de Doroteo. Para 1894 había muerto don Agustín; Doroteo, por ser el mayor, era la cabeza de la familia Arango Arámbula. Vivían el la hacienda “Gogojito” en Canatlán, Durango trabajando como ‘mediero’ con don Agustín López Negrete, cuyo hijo quizo raptar a Martina, la hermana de Doroteo y éste balaceó al infame sujeto, por lo cual tuvo que huir de la convenenciera justicia porfirista representada por los temidos “Rurales”. Por 16 años fue perseguido y acosado; en esas circunstancias recorrió y conoció las sierras de Durango y Chihuahua, mató conejos, vacas y venados para subsistir y mató hombres para sobrevivir. Como fugitivo pasó los mejores años de su juventud, se asoció con bandidos y asesinos que tenian ese ‘modus vivendi’ por necesidad, no por gusto. Para Doroteo esa fue su escuela: aprendió a manejar la pistola, el rifle, la daga, el hacha, el machete, el caballo, la reata de lazar y el cuchillo de carnicero con destreza y maestria; conoció sierras, montañas, cañadas, cuevas, desiertos, rios, arroyos y bosques; sabía como sobrevivir por meses en ese medio bello y agreste; recorrió caminos, veredas, pueblos, haciendas y rancherias; aprendió a caminar de noche y dormir de dia, a orientarse con las estrellas y a pronosticar el clima.
Con el producto de sus robos, Doroteo Arango ayudaba a la gente pobre de ranchos y poblados, por ello era protegido, querido y popular. Cuando llegó la Revolución de 1910 Pancho Villa era un hombre que tenía un entrenamiento formidable a campo raso, que poseía una resistencia física inusual, que conocía gran parte de Chihuahua y Durango ‘como la palma de su mano’, que manejaba las armas con magistral destreza y que tenía una gran cantidad de amigos y adeptos por todos rumbos. Todo esto, aunado a una gran inteligencia y astucia naturales, nos justifica como es que Villa llegó a tan altos puestos militares. Pocos militares “de carrera” podrían igualar tales cualidades guerreras.
Se cambió el nombre para ocultar su verdadera identidad; ¿porqué Francisco Villa?, hay dos versiones: El propio Doroteo decía que su padre era hijo natural de un señor llamado Jesús Villa y que ése era su verdadero apellido, sin embargo en el acta de nacimiento se asienta que el nombre de su abuelo paterno era Antonio Arango; la segunda versión dice que Doroteo conoció al verdadero Francisco Villa, bandolero famoso con quién se unió para protegerse de los “Rurales”, éste señor quería mucho a Doroteo y le decía “m’hijo”, por lo cual, cuando el bandolero Francisco Villa murió, Doroteo adoptó su nombre por cariño y por ser mas famoso que él.
Hay una hipótesis del Dr. Rubén Osorio quién dice que Francisco Villa no fue hijo de Agustín Arango, ya que cuando contrajeron matrimonio en la Hacienda “Ciénega de Basoco”, el hacendado ejerció el derecho “de pernada” y pasó la primera noche con la novia Micaela Arámbula. Se especula que Micaela quedó embarazada y que Francisco Villa es hijo del hacendado judio alemán Luis Herman o Fermán. La prueba contundente es el asombroso parecido físico entre Francisco Villa y un hijo legítimo del hacendado, de nombre Miguel Fermán.
III).- Francisco Villa en la Revolución Mexicana.
Cuando Don Abraham Gonzalez invitó a Villa a participar en el movimiento Maderista, Villa tenía dos carnicerías en la ciudad de Chihuahua y lo envolvía un halo misterioso de foragido famoso. Se lanza a la Revolución con unos cuantos adeptos, atacando la Hacienda de Chavarría, el 17 de noviembre de 1910. Después de algunos enfrentamientos con tropas Federales, Villa conoce a Madero en marzo de 1911, y éste le otorga el nombramiento de Coronel. Le cautivó tanto la personalidad de Francisco I. Madero, que desde ésa época Villa se convirtió en un revolucionario ‘mas maderista que Madero’. Pancho Villa y Pascual Orozco son los artífices del triunfo de Madero en Cd. Juárez, en mayo de 1911, lo que ocasionó la renuncia del Gral. Porfirio Díaz. Madero licenció las tropas revolucionarias y a sus jefes Villa y Orozco les dió una gratificación y los envió a sus casas. Madero llegó a la Presidencia de la República, sólo después de ir a elecciones y ganar abrumadoramente, para ser congruente con su lema “Sufragio Efectivo, No Reelección”, único postulado de la Revolución Mexicana de 1910.
Tras la renuncia de Don Porfirio Díaz, Madero pudo haber tomado el Poder Ejecutivo, sin embargo, demócrata y legalista como era, prefirió ir a elecciones y dejar como soporte al antiguo ejército federal porfirista, error que, a la postre, costó la vida al Presidente Madero.
El Presidente Madero, en aras de la democracia, dió tantas libertades al reprimido pueblo mexicano que, periodístas, empresarios, hacendados, caciques y militares se comportaron como ‘chivos en cristalería’, después de que Madero los liberó del enérgico control de sus vidas durante el porfiriato, y empezaron una libertina campaña de deprestigio al régimen Maderista. Además del despiadado escarnio que hacian del Presidente Madero, se propiciaron varios levantamientos armados en contra del gobierno Maderista: Emiliano Zapata se rebeló en el Estado de Morelos; Pascual Orozco se levantó en armas en Chihuahua; el Gral. Bernardo Reyes inició una fallida revuelta en Tamaulipas y Nuevo León y Felix Díaz se sublevó en Veracruz.
Cuando Pascual Orozco se rebeló en contra del gobierno del Presidente Madero, a principios de 1912, el Gobernador Abraham González pidió al coronel Villa que organizara sus tropas auxiliares para defender al gobierno. Posteriormente se le ordenó incorporarse a la división del Norte (Federal) a las ordenes del Gral. Victoriano Huerta -que no simpatizaba con Villa- enviandolo a las misiones mas arriesgadas. Villa, haciendo gala de su ingenio, logró tomar Tlahualilo, Durango, lo que le valió el ascenso a General Brigadier. Por un motivo insignificante el Gral. Huerta mandó fusilar al Gral. Francisco Villa, quién, gracias a la intervencion del Gral. Guillermo Rubio Navarrete y del coronel Raúl Madero, no fue fusilado y se le envió preso a la Cd. de México. Estando en la prision militar de Santiago Tlaltelolco, Villa se enteró de las conspiraciones que allí había, en contra del Presidente Madero, a quien avisó, pero Madero no lo creyó. En vista que el proceso judicial y militar de Francisco Villa no tenía ningún avance, éste decidió fugarse, lo cual logró con la ayuda del secretario del juzgado Carlos Jáuregui. Tras una novelesca escapatoria, Villa y Jáuregui llegan al estado de Arizona y se instalan en Tucson en enero de 1913 y, poco después, en El Paso, Texas.
IV).- La Revolución Constitucionalista.
Villa avisó a Madero para prevenirlo de la conspiración de los Generales Bernardo Reyes y Félix Díaz. El Presidente Madero, con su excesiva bondad, no creyó que se conspiraba en contra de él, sin embargo el 9 de febrero de 1913 se inició el levantamiento militar conocido como la Decena Trágica, encabezado por los Generales Reyes, Díaz , Mondragón y Ruiz. A pesar de la muerte del Gral. Bernardo Reyes al intentar tomar el Palacio Nacional y del fusilamiento del Gral. Gregorio Ruiz, allí mismo y aunque hubo militares fieles a Madero como el General matamorense Lauro Villar y el Gral. Felipe Angeles, Madero y Pino Súarez fueron aprehendidos y obligados a renunciar, para después ser asesinados por ordenes del traidor General Victoriano Huerta, quién se había apropiado de la Presidencia de la República.
La indignación por el cuartelazo fue generalizada en toda la República. El Gral. Francisco Villa cruzó la frontera en un sitio cercano a El Paso, Texas, con solo ocho hombres y con ellos inició una de las campañas militares mas asombrosas de la História de México. De marzo a mayo de 1913 derrotó a las tropas Federales en varias acciones importantes y en agosto derrotó a los orozquistas en San Andrés, Chih. El 24 de mayo Villa recibió su nombramiento de General de Brigada, otorgado por el Primer Jefe del Ejército Constitucionalista Venustiano Carranza. En la hacienda ‘La loma’, ubicada en las riveras del rio Nazas, varios grupos de revolucionarios nombraron al Gral. Francisco Villa como jefe de todas las tropas reunidas, constituyendose asi, la División del Norte Revolucionaria. Con esas tropas tomaron Torreón, Cd. Lerdo y Gómez Palacio el 6 de octubre. El 6 de noviembre intentó tomar Chihuahua y, al no lograrlo, simuló un sitio alrededor de la Ciudad y se fue a tomar Cd. Juárez, lo cual logró mediante una gran maniobra táctica: tomó un tren cargado de carbón, lo desocupó y subió sus tropas, logrando meter su ejército hasta el centro de la ciudad, a manera de moderno caballo de Troya. Concentró todas sus tropas en Cd. Juárez y esperó al enemigo que quiere recuperar la ciudad, en un sitio llamado Tierra Blanca; Villa distribuyó sus tropas en los terrenos predominantes y firmes, dejando a los federales los terrenos arenosos y falsos. Con esta brillante maniobra estratégica, Villa logró derrotar a las tropas federales que huyeron despavoridas hacia Ojinaga, facilitandole a Villa el paso franco a la Cd. de Chihuahua. El 8 de diciembre fue nombrado Gobernador militar de Chihuahua. El 11 de enero de 1914 ocupó Ojinaga. En marzo se le incorporó el Gral. Felipe Angeles como jefe de la artilleria de la División del Norte. Las fuerzas de Villa sumaban ya 15,000 hombres.
El 2 de abril de 1914, después de 10 dias de intensos combates, la División del Norte venció a los ejércitos Federales. Villa se apoderó de Torreón y después derrotó a los federales en San Pedro de las Colonias, asumiendo así el control de toda la comarca Lagunera.
El 17 de mayo Villa destrozó las fuerzas federales acampadas en Paredón, Coah., con la carga de caballeria mas espectacular de la História de México, en la que participaron 6,000 jinetes. El 21 de mayo ocupó Saltillo y la pone a disposición del Gobernador Carranza. Tras las ilógicas ordenes de Carranza, quién quería fraccionar la División del Norte, Villa y sus Generales deciden desobedecer a Carranza y se dirigen a la toma de Zacatecas. El 23 de junio, en la batalla mas grande de la Revolucion Mexicana, las tropas al mando de Villa y Angeles, que sumaban 20,000 hombres, derrotaron completamente en Zacatecas al General huertista Luis Medina Barrón, que comandaba 22 Generales y 15,000 soldados Federales. Fue allí donde se desquebrajó el ejercito huertista.
V).- La Soberana Convención de Aguascalientes.
Al triunfo de la Revolución Constitucionalista, Carranza no permitió que Villa ni Zapata entráran triunfantes a la Cd. de México, en agosto de 1914. En septiembre Carranza confiirió, tardiamente, el nombramiento de General de División a Francisco Villa. Se convocó a una Convención Soberana de Generales, en Aguascalientes y allí se nombró al Gral. Eulalio Gutierréz como Presidente provisional, desconociendo a Carranza. Este desconoció los acuerdos de la Convención de Aguascalientes y se retiró al puerto de Veracruz, provocando con su actitud, una nueva lucha fraticida en la que se formaron dos bandos: carrancistas y convencionistas. El Presidente Gutiérrez nombró a Villa Comandante de todos los ejércitos convencionistas.
VI).- Villa en el zenit.
Villa y Zapata se reunieron en Xochimilco el 4 de diciembre y entraron a la ciudad de México el día 6. Los ejércitos convencionistas al mando de Francisco Villa y Emiliano Zapata, desfilaron por las principales avenidas de la ciudad, hasta Palacio Nacional, en donde el Presidente Eulalio Gutiérrez les ofreció un banquete. Villa y Zapata se tomaron unas históricas y populares fotografías en las cuales Villa aparece en la silla presidencial. Villa se encontraba en la cima de su azarosa vida; ejerció el Poder Ejecutivo por unas horas.
Los zapatistas quemaron la silla presidencial porque creían que estaba “embrujada”. Decian que los candidatos ofrecían mucho y cuando se les elegía y se sentaban en ella, se les olvidaba lo que habían prometido. Pareciera que ese 6 de diciembre de 1914 el maleficio había tocado a Villa, ya que ¡su estrella empezó a declinar ese día!.
Da la impresión que el “hechizo” aún merodea en los recintos de Palacio Nacional. La verdad es que no existe tal maleficio sino que “el poder enferma” y “el poder absoluto, enferma absolutamente”.
Villa Comandante de los ejércitos Convencionistas.
Vasconcelos, Villa, Presidente E. Gutiérrez y Zapata.
F.Villa y su supuesto medio hermano Miguel Fermán.
Villa en laToma de Ojinaga.
© Ing. Clemente Rendón de la Garza.
Cronista de la Ciudad de Matamoros, Tamaulipas.