Un segmento muy importante de la población en edad de votar (algunos lo harán por primera vez), lo constituyen los jóvenes; de ahí los afanes de los candidatos presidenciales por atraerlos para su causa.
Al respecto, cabe señalar que, tanto la candidata panista como el perredista aprovechan sus apariciones públicas y sus promocionales para tirarle al PRI, señalando que sería un error volver al pasado, o sea, a los tiempos en que este partido tenía la sartén por el mango.
Pero resulta que de esto han transcurrido más de doce años, y los jóvenes que hace seis años votaron por primera vez, o quienes debutarán como votantes en julio próximo, en aquel entonces eran estudiantes de primaria, o cuando mucho apenas la habían terminado.
Así las cosas, lo que ellos pueden recordar de esos tiempos es que podían salir a jugar a los parques o ir al cine sin ningún temor, e igualmente, sus padres o hermanos mayores viajaban o simplemente salían a cenar o a divertirse sin ninguna restricción en el horario.
Ahora las cosas son diametralmente opuestas, y además del temor por la inseguridad y la violencia, estos jóvenes, niños ayer, también sufren por la falta de oportunidades de trabajo y por las dificultades que enfrentan sus padres, y ellos mismos si están casados, para comprar la despensa y para pagar los recibos de luz, el gas y la gasolina, cuyos precios están por las nubes, mientras el salario anda por los suelos.
Esta es la realidad sin maquillaje que ellos están viendo, viviendo y sufriendo y finalmente, también será lo que influirá en su decisión a la hora de votar por quien consideren que ofrezca un cambio y no más de lo mismo.
Castellanos
Miembro de la Asociación de Escritores de Sabinas Hidalgo