La familia le hace frente a la vida y continúan con su ritmo de trabajo, con el paso de los días la enfermedad que Laura padece se agudiza; se la llevan sus hijas Laura y Mey a Monterrey, donde permanece un tiempo, finalmente decide regresar a su casa en Sabinas y pasar el resto de su vida en la casa que la vio nacer.
Con cierta regularidad invita a sus amigas a merendar y a recordar los viejos tiempos, entre las compañeras de generación que mas la visitaban estuvieron siempre Elma Treviño y Emma Guadiana con quienes tenía largas conversaciones haciendo alarde de su añeja amistad.
Tuve el privilegio de ser considerado amigo de la familia, no sólo por el parentesco materno que me unía con Raúl, sino por haber vivido y crecido juntos en un barrio privilegiado de donde han surgido grandes personajes de nuestro pueblo, poniendo como ejemplo sólo cuatro: Armando Villarreal Lozano (Famoso compositor), Lic. Mauro Cruz Garza (Magistrado), Lic. Julián Quiroga Garza (Economista), Prof. Raúl Garza Garza (Maestro Emérito).
Todos gozamos del enorme cariño de las Abuelas y Madres del barrio, que nos miraban con ternura y nos trataban con amor, empujando nuestras vidas por la senda del bien y la superación.
En los últimos tiempos Laura ya tenía poca movilidad y pasaba el tiempo conversando con sus hijos y a través del teléfono con sus familiares y amistades.
La enfermedad llegó a su clímax y el 6 de junio de 2012, se la llevó al eterno, a gozar junto a su esposo y sus padres, de la dicha que disfrutarán todos aquellos que en este mundo han llevado su vida por la senda del amor.
El sentimiento que embargó el corazón de todos los que la conocimos, fue grande; ya que en días anteriores había llamado a mi esposa Emma Guadiana, para preguntar por nuestra salud y conversar sobre la vida, tal vez en su corazón ya estaba sembrada la semilla de la desesperanza y llamaba para despedirse.
A los funerales concurrieron sus familiares y amigos; dos expresiones llenaron mi alma de inquietud, la Sra. Olga Vedía nos dice: —Se fue la última de mis primas. Y Elma Treviño comenta— Es la primera del grupo que se va.
En el Atrio del Templo de Guadalupe, su hija Laura Elsa, agradece a los asistentes y pondera la ayuda y solidaridad que su prima Guadalupe Castillo y su esposo tuvieron en los momentos más difíciles.
Mey estuvo siempre con el apoyo de sus hermanos, muy cerca de su madre y hasta el momento final le demostró su amor.
Sus restos fueron cremados y reposarán al lado de su esposo; se ha ido una mujer virtuosa, una excelente amiga y una Maestra Inolvidable.
DESCANSE EN PAZ
Prof. Santos Noé Rodríguez Garza
Cronista de la Ciudad
Miembro de la Asociación de Escritores de Sabinas Hidalgo