Hoy es día de fiesta, hasta en el más pequeño rincón… el pueblo le rinde homenaje a su morenita. Desde hace ya días en el pueblo al atardecer se escucha un himno que dice: “Desde el cielo una hermosa mañana, desde el cielo una hermosa mañana, la Guadalupana, la Guadalupana, la Guadalupana bajó al Tepeyac; es imposible no llenarnos de nostalgia, comentando, narrando las tradiciones del pueblo, hoy lo vivimos ya con nuestras sienes plateadas y recordamos aquellos tiempos en que el sonido de los cohetones anunciaba la salida de la procesión llena de fe, de amor y de esperanza, que recorría las calles del pueblo, aquellas polvorientas calles del ayer de nuestros recuerdos.
Las calles habían sido previamente adornadas con globos, con cadenas de “papel de china” de colores muy variados, el rosario musitado por las mujeres religiosas, quienes seguían a un carro de sonido, inmediatamente después los danzantes indígenas comúnmente llamados “matlachines” con sus vistosos trajes y acompasados pasos, y aquel personaje con fantasmagórica máscara y chicote en mano, arrastrando una ya muy deteriorada muñeca de trapo.
Los hombres devotos agradecidos de haber sido seleccionados para llevar sobre sus hombros la imagen de la morenita. El hoy, mañana formará parte del ayer y las vivencias existirán en nuestro recuerdo.
Pero así está el mundo y éstas son “Nuestras Cosas”.
Hasta la próxima.
Garza Inocencio
Miembro de la Asociación de Escritores de Sabinas Hidalgo