Hasta hace no mucho tiempo, se venía empleando una expresión inadecuada cuando había la ocasión de dirigirse a las personas que poseían algún defecto físico o mental, llamándolas "Discapacitadas". En nuestros días esa palabra se ha reemplazado por "Capacidades diferentes" y que usamos con frecuencia al hacer alusión a esos seres humanos que tuvieron el infortunio de sufrir algún defecto, sea éste de nacimiento o posterior a él. Bien sabemos que existen muchos ciudadanos que han tenido el valor y el coraje para superar sus deficiencias y además algunos se han convertido en todos unos triunfadores en las actividades que se propusieron y otros lograron valerse por si mismos para beneplácito de sus familiares y amistades.
Quien tuvo la ingeniosa idea de emplear las palabras "Capacidades diferentes" en sustitución de "Discapacitados", lo hizo seguramente pensando en que esas personas puedan suplir sus deficiencias, desarrollando habilidades y destrezas que a veces los seres humanos normales no somos capaces de cultivarlas. Un caso digno de mención es el del músico alemán Beethoven, quien padeciendo de una sordera aguda, se dió la habilidad de componer en 1824 su famosa y extraordinaria Novena Sinfonía, estrenándose esta maravillosa obra musical el 7 de mayo de ese mismo año, resultando un éxito rotundo. Además nos legó muchas otras obras musicales que se siguen escuchando sin perder vigencia para deleite de los buenos amantes de la música clásica.
En nuestro medio existen grandes cantidades de ejemplos de personas con "Capacidades diferentes", son hombres y mujeres que luchan a diario para sobrevivir honradamente, para integrarse sin ningún complejo a una sociedad cambiante, a quienes habremos de tratar, no con lástima, sino con un alto sentido de admiración y a quienes con orgullo debemos referirnos a ellos como verdaderos ejemplos de superación personal, pensando que si han triunfado alcanzando las metas propuestas por ellos mismos, nosotros no tenemos excusas para triunfar en la vida como lo hacen estos esforzados ciudadanos.
Uno de tantos casos en nuestra sociedad sabinense lo tenemos en la persona de mi buen amigo "Milín", como cariñosamente lo conocemos; no puede trabajar con los dos brazos porque carece en parte de uno de ellos, pero aún así, no necesita de la caridad pública para conseguir los medios económicos para vivir."Milín usa su ingenio y creatividad para sustituir su desventaja física, cuando al desempeñarse como aseador de calzado, emplea con maestría otras partes de su cuerpo para realizar esta noble y honesta ocupación; así lo podemos encontrar sobre la acera Nor-poniente del Centro Cívico Social Sabinas, todo él, lleno de un humor colmado de optimismo, con una sonrisa franca y sincera a flor de labio, repartiendo además con todo respeto el saludo amable y cariñoso a quienes tenemos la fortuna de frecuentarlo en su humilde fuente de trabajo. ¡Excelente ejemplo de superación personal de nuestro buen amigo "Milín", porque "Querer es poder" y "Hace más el que quiere que el que puede".
Profr. Otoniel Arrambide Villarreal
Miembro de la Asociación de Escritores de Sabinas Hidalgo