A las gentes del Partido Acción Nacional se les reconoce por aguerridos y por sus constantes y agudas críticas a Gobernantes y funcionarios de los partidos rivales, a los cuales tienen siempre bajo la lupa, señalando sus desaciertos, así como sus decisiones y acciones negativas.
Para la ciudadanía en general siempre será positivo que alguien con influencia y un peso específico levante su voz para exhibir y poner en evidencia cualquier situación anómala que perjudique o vaya en contra del interés comunitario.
El problema estriba en que, al igual que los malos árbitros de futbol, una acción igual los albiazules la ven y la califican diferente, y, aunque no sólo ellos se comportan así, a quienes han hecho del cambio su lema de batalla no les queda actuar de la misma manera.
¿Ejemplos? En otros tiempos el PAN criticaba los constantes cambios en el Gabinete presidencial, y hace unos días, Felipe Calderón realizó cuatro cambios, con lo que suman más de 30 en 4 años.
Algo que también veían o les parecía mal a los panistas eran los acarreos multitudinarios, práctica que han hecho suya sin ningún rubor.
Y qué decir de los funcionarios todólogos, tan criticados antes, y que se han vuelto algo común entre los panistas, como se acaba de ver en los cambios más recientes realizados por el Presidente Calderón.
Y podemos agregar las críticas panistas por incumplimiento de promesas, como las más recientes al Gobernador Rodrigo Medina; sin embargo, no dijeron, ni han dicho nada ante las promesas incumplidas de Calderón, que incrementó el IVA y creó los Impuestos a los Depósitos en Efectivo y el Empresarial a Tasa Única, amén de los constantes incrementos a la gasolina y a la energía eléctrica, entre muchos más.
Lo dicho: a igual acción, diferente óptica. Así las cosas, es obvio que las críticas tienen otro cariz y, por tal motivo pierden seriedad.
Castellanos
Miembro de la Asociación de Escritores de Sabinas Hidalgo.