La mujer nació para ser amada, querida y adorada por quien es escogida para unirse en matrimonio después de un noviazgo prudente y formar una familia basada en la comprensión, el respeto y la tolerancia que son las bases sólidas para mantener una vida conyugal armónica y placentera.
La señora quien quiera que sea, rica, pobre; humilde o pomposa; deberá ser respetada por quienes se mueven alrededor de su entorno social; La Dama por su glamour y vanidad propia de la mujer no debemos confundirla con una chica fácil o una vampiriza y la Mujer en si merece todo el respeto y toda consideración de los hombres en general pues no debemos olvidar que provenimos de una Mujer a quien Dios le dio la bendición de poder ser llamada MADRE.
Hoy día la mujer cuando por azares de la vida enviuda, o es abandonada o se divorcia en la mayoría de las veces se vuelve una presa constantemente acosada por hombres que queriendo resaltar su machismo se olvidan que tienen una linda familia y corren en pos del fruto prohibido provocando a su vez más abandonos, más divorcios y dejando los hijos en completo abandono para que estos a su vez algún día hagan lo mismo como si fuera un patrón de conducta normal. Habemos hombres muy religiosos y muy persignados los domingos y nos santiguamos pretendiendo ser ovejas mansas por fuera pero por dentro somos fieras sedientas de placer fuera del matrimonio que debiera ser SAGRADO pero lo pisoteamos hasta el cansancio basta con ver una sonrisa amable en el rostro de la mujer para creer que nos está provocando o insinuando algo para ir tras ella como buey al matadero ya no hay quien nos detenga ni la misma familia.
Profesor JUAN OMAR HERNÁNDEZ LUNA
Miembro de la AESH
