El diablo “El amparo de las viudas”
El pescado “El que por su boca muere”
El alacrán “El que pica por la cola”
Aquella lotería me emocionaba y despertaba una imaginación que aún perdura. Era una lotería en la que por lo común no ganaba y cuando llegaba a lograrlo se me pasaba por bobo, Pues lo que mas me gustaba de ella no eran las tablas ni las apuestas, sino las imágenes de la baraja… lo que yo quería tener era una baraja… una baraja para ver y volver a ver las estampas, los colores y recrearme en muchas de ellas, poder decir en silencio los pregones:
El negrito – El que se comió el azúcar
El sol – La cobija de los pobres
La dama – La dama puliendo el paso
El gallo | El que cantaba en el mezquite de la casa |
El diablo | El que estaba a la vuelta de cada esquina cuando en el pueblo no había luz |
La dama | Los maniquíes de la fábrica de vestidos “Morales” |
El catrín | Me acordaba de la película “Quinto patio” |
El paraguas | Era para las “viejas” |
La sirena | Era de mentiras |
La escalera | Era de los albañiles |
La botella | Para ir al gas al tendajo |
El barril | La barricas de la carreteras |
El árbol | Que siempre dibujé de niño |
El melón | Los melones viejos que vendía Don Ambrosio |
El valiente | Quería ser yo, pero sin cuchillo |
El gorro | No me decía nada |
La muerte | Así de larga, como la carroza de Don Manuel |
La pera | En el pueblo no había |
La Bandera | La asamblea de los lunes. El Himno Nacional |
El bandolón | No lo veía en la orquesta |
El violoncello | Le decíamos tololoche |
La Garza | Era mi apellido |
El pájaro | Siempre lo creí zenzontle |
La mano | Mi mano |
La bota | Quería unas |
La luna | Era mía |
El cotorro | Una señora vecina |
El borracho | No quería ser |
El negrito | El viejo fotógrafo del pueblo |
El corazón | Mi corazón |
La sandía | Me gustaba |
El tambor | La banda de guerra de la escuela secundaria |
El camarón | En cuaresma, nada más |
Las jaras | Las flechas de indios, los pedernales |
El músico | En el pueblo había muchos y eran pobres |
La araña | Abundan en los jacales |
El soldado | Salvaba a la patria |
La estrella | Las del cielo de Sabinas |
El cazo | Para tamales de navidad. Los vendían los húngaros |
El mundo | Un día iría a visitarlo |
El apache | En la cerveza “Indio” |
El nopal | Estaba en el monte y en las cercas de los solares |
El alacrán | Miedo, mucho miedo |
La rosa | En los jardines de las casas |
La calavera | La podía ver, no hacía nada |
La campana | De la torre de la iglesia |
En cantarito | Agua fresca y sudada |
El venado | Estaba en el monte |
El sol | Sonreía pero picaba mucho |
La corona | De reyes. No la quería |
La chalupa | Eso era allá en México, en Xochimilco |
El pino | Después supe que era de Navidad |
El pescado | Las mojarras del río |
La palma | Las de la iglesia |
La maceta | Había que pasar del corredor |
El arpa | En las películas |
La rana | En la turbina las matábamos a varazos |
Si bien los pregones no llegué a saberlos todos, lo que si fortalecí con el tiempo fue la fantasía de imaginarme lo que cada estampa de colores de la baraja decía… hoy, con el paso del tiempo quise volver a tomar una baraja de lotería y recordé las fantasías de cada una de sus estampas, por eso, cuando veo jugar a los niños o a las señoras en alguna casa, quisiera pedir permiso para gritar las cartas y volver a imaginarse lo que cada una me decía y en silencio, si lo sé, decir algún pregón:
El cazo | El cazo que te hago es poco y el caso es averiguar |
El catrín | El catrín por la Alameda en bastón quiso empezar |
La muerte | La muerte kiriki y en hacha |
La araña | La araña te araña |
12 de julio de 1989.