Recorriendo las calles del pueblo te das cuenta que en el límite del casco antiguo de la población, hacia el poniente hay una calle que ostenta placas con el nombre de Pío Quinto Flores; ignoro quien haya sido el que se atrevió a modificar el nombre, ya que siempre se llamó calle Pioquinto Flores.
Recorriendo las calles del pueblo te das cuenta que en el límite del casco antiguo de la población, hacia el poniente hay una calle que ostenta placas con el nombre de Pío Quinto Flores; ignoro quien haya sido el que se atrevió a modificar el nombre, ya que siempre se llamó calle Pioquinto Flores.
Las Autoridades de nuestro pueblo en momentos han querido inmortalizar la memoria de algún hijo: que con su esfuerzo, su actitud en circunstancias de la vida o su entrega a la causa de la sociedad, han dejado un imborrable recuerdo de su paso por esta vida.
Tal es el caso del joven PIOQUINTO FLORES que fuera hecho prisionero por los realistas en la guerra de Independencia; entablaron una cruenta batalla las fuerzas insurgentes y las realistas, en los primeros días del mes de agosto de 1813; en un paraje denominado la Chorreada, del Cerro de Picachos; ahí las fuerzas que buscaban independizarse de España, perdieron la batalla, quedando en manos de los realistas un buen número de prisioneros, a quien de inmediato pasaron por las armas; la juventud que poseía, su ingenuidad y don de gentes, le salvaron la vida a Pioquinto Flores; quien fuera sentenciado a pasar diez años de prisión en ultramar, fue llevado en una cuerda de prisioneros de Monterrey a Tampico, donde los embarcaron y sólo los españoles supieron con que destino.
El gran historiador Profr. Francisco J. Montemayor dice: “No figura su nombre entre los habitantes del poblado que fueron censados en 1820; sin duda no regresó al suelo amoroso de la Patria, inmolado en aras de un Ideal Sublime; quizás cargado de cadenas, añorara el solar nativo y en los últimos momentos de su vida inmensamente triste, en la nebulosidad del recuerdo amado, viera desfilar el panorama del pueblo donde había nacido y muriera deseando para su país todas las bienaventuranzas”
Como él, habrá muchos personajes de nuestro querido Sabinas que murieron luchando por sus ideales y que por circunstancias quedaron fuera de las páginas de la historia.
Como en otros lugares del mundo: ¡ojalá y un día! en nuestra ciudad levanten un monumento en honor de los soldados desconocidos, caídos en defensa de la Patria.
Sólo los verdaderos historiadores: aquellos que se meten en los archivos y que investigan a fondo; podrán darnos nombres y detalles de todos aquellos personajes anónimos que dieron su vida por nuestro solar nativo; ojalá y nosotros podamos aportar algo, ya que nuestro conocimiento es escaso, pero nuestro empeño es mucho.
SANTOS NOÉ
Cronista de la ciudad
Miembro de la Asociación de Escritores de Sabinas Hidalgo
Bibliografía: Sabinas Hidalgo en la Tradición, Leyenda, Historia de Francisco J. Montemayor.
