Las invaluables joyas de las letras nacionales que depositaron nuestros antepasados en el baúl de los recuerdos se escribieron con su propio estilo sintaxis y muchas faltas de ortografía.
No por ello carecen de validez, nuestros abuelos en su inmensa mayoría no eran doctos en la materia y solo contaban con papel y lápiz, eso sí, poseían una memoria extraordinaria para narrar oralmente con lujo de detalles un hecho, una situación embarazosa o chusca y hasta una conquista sindical o una broma infantil.
Rescatar esos vestigios del pasado es labor de los cronistas actuales, por supuesto que para exhumar esos tesoros obscuros del pasado y trasportarlos a la luz actual se requiere algo mas que vocación.
Por eso creo que el amante de su entorno no debe esperar títulos académicos o graduarse con honores en Ciencias de la comunicación, periodismo, historiografía o filosofía y a su manera, o como solía decir mi abuela “Como dios le de’ntender, al cabo echando a perder se enseña mi chulo” con hoja y lápiz o en las imborrables herramientas modernas si se puede, compartir sus vivencias en viajes, aventuras, experiencias laborales, sindicales, sucesos sociales, deportivos o qué se yo, que sus descendientes y los cronistas del mañana se lo agradecerán
Por eso es importantísimo que conservemos nuestras tradiciones y con ello no quiero decir que vivamos encerrados o como una etnia, pero si es indispensable, insisto, que expongamos a la narrativa popular los acontecimientos actuales o personajes contemporáneos aunque para algunos parezca solo estimulo a su propio ego.
Por justicia es necesario reconocer a personas que han aportado mucho a su manera a la comunidad inclusive héroes de carne y hueso en el anonimato en un pueblo que se jacta de culto definitivamente no se vale, menos cuando sabemos que todo acto es parte fundamental de la historia humana..
Anímate a participar en la cruzada de la Asociación de Escritores de Sabinas Hidalgo N. L. que preside el Prof. Santos Noé Rodríguez Garza del que pronto nos ocuparemos y te espera con su lema “Escribir para trascender”.