Los actos cívicos y los desfiles patrióticos forman parte de la experiencia popular que ayuda a integrar el alma nacional, fortalecer la identidad mexicana, elevar el orgullo ciudadano y ser muestra de respeto hacia los sacrificios de los héroes y epopeyas del pasado glorioso…
Los actos cívicos y los desfiles patrióticos forman parte de la experiencia popular que ayuda a integrar el alma nacional, fortalecer la identidad mexicana, elevar el orgullo ciudadano y ser muestra de respeto hacia los sacrificios de los héroes y epopeyas del pasado glorioso, fechas como el 13 de Septiembre, el 15 de Septiembre, el 16 de Septiembre, el 12 de Octubre, el 20 de Noviembre, el 5 de Febrero, el 24 de Febrero, el 21 de Marzo, el 1º de Mayo, el 5 de Mayo y otras más que el Calendario Cívico Nacional se señalan, sirven año con año retomar con toda solemnidad la mística de la Patria. Mística confluencia de factores externos que llegan a cimbrar los destinos nacionales.
Las fiestas patrias… en septiembre, cada septiembre… un programa tricolor con los festejos de las fechas históricas: Ceremonia de los Niños Héroes, Noche del Grito y el Desfile Patriótico. Discursos, proclamas y arengas… en las calles, banderitas y adornos tricolores; en los balcones de la Presidencia Municipal mantas de tres colores… truenos y cámaras explosivas desde el campanario de la iglesia… repique de campanas, revivir en un instante el momento histórico.
Diez años en los desfiles patrióticos de mi pueblo: cuatro en la primaria. Tres en la secundaria, uno en la Normal y dos como maestro practicante en la Escuela “José María Morelos” de la Hacienda Larraldeña, uniforme azul y blanco, uniforme guinda y amarillo, traje relamido… la Banda de Guerra de los trabajadores de la SCOP… aquella histórica Banda de Guerra de la Escuela Secundaria.
En los desfiles patrióticos me causaba gran admiración los niños de las escuelas federales, los niños con sus maestros, por su gran disciplina y uniformidad. Maestros brillantes de la talla de José Martínez, Abel Silva, Saúl Garza, Dolores Treviño, Narcisa Alvarado y muchos, muchos otros más… ¡Los maestros federales de mi pueblo eran un poema de didáctica y de patriotismo. En verdad, cuánto los recuerdo.
El desfile desde la plaza nueva a la plaza vieja… por la carretera los turistas americanos tomaban fotos desde sus carros… Don Gilberto de la Garza con su cámara de focos tomando instantáneas… Don José Larralde filmando con una pequeña cámara de cine el paso de sus hijas… los viejos vecinos de las calles de Escobedo y Porfirio Díaz, felices aplaudiendo al igual que el público reunido… la plaza llena de ciudadanos… el Profr. Silvino Garza, con su elocuente palabra y su civismo, narrando el paso de los contingentes. A nosotros se nos enchinaba la piel: “La marcialidad de la Escuela Secundaria… desde la Hacienda Larraldeña, ¡la Escuela Federal “Emiliano Zapata” los futuros maestros de México!”…
Aquellos era hermoso. Luego las declamaciones, las canciones y el discurso patriótico del Profr. Francisco J. Montemayor, mensaje sublimado a los héroes de México y legitimidad de un orgullo ciudadano… año tras año aquello caló en nosotros para siempre.
Al término de cada desfile, “con la camisa de fuera” y la corbata en la bolsa, recorríamos la plaza. Las vaciladoras del Señor Cuevas, una soda para tres en la tienda de Don Adrián, mirar debajo de las puertas de la cantinas, una naranja partida con chile en polvo y el acuerdo de verse en la tarde para ir a la kermess.
Sabinas Hidalgo puede crecer y modernizarse, mas los desfiles y los actos cívicos no deben cambiar la forma tan original y sencilla de realizarse… la autoridad municipal siempre deberá de encabezarlos como hasta ahora… que esa tradición perdure por los siglos…
7 de abril de 1987