Desde muy pequeño dejó entrever su predilección por las actividades mercantiles…
Desde muy pequeño dejó entrever su predilección por las actividades mercantiles. Antes de entrar a la adolescencia nuestro personaje ayudaba a su madre en la venta de muy diferentes productos, ella vendía lociones, perfumes, cremas, ropa para dama, dulces, chocolates, mantequilla todo traído de la ciudad de Laredo, Texas; y Lupito como ella lo llamaba era un auxiliar muy valioso en la venta de la mercancía y él, llevaba al corriente la lista de compras y abonos de la clientela, clientela que llegaba a la calle Mier y Terán casi cruz con Bravo en el centro del pueblo.
Posteriormente y siendo muy joven ayuda a Don Claudio Treviño Herrera su tío, en las labores de publicidad, anunciando el Cine “Baldazo”, la Casa Morales, la Colonia de Pablo de los Santos, el Mercado Reforma y más. Poco tiempo después aparece como administrador de una zapatería por la calle Bravo número trescientos al norte, lugar conocido como “Zapatería México” donde se podían adquirir zapatos de los mas variados estilos y colores, así como también tenía a la venta un extenso surtido de guayaberas, vendía en ese lugar las famosas guitarras de Paracho, Michoacán. Construyó en su casa un segundo piso, donde él tenía la aspiración de colocar una antena para transmisiones radiales, allá cuando en el pueblo no existía ninguna radiodifusora. Continúa con sus actividades relacionadas con el comercio y por la calle de Mier y Terán y para sorpresa de muchos abre una mueblería a la que pone por nombre Mueblería “La Sorpresa” hoy recordamos a Guadalupe Morales Garza “Lupito”.
Garza Inocencio