La Reina Olivia
En el año de 1925 se coronó la primera reina de la simpatía de Sabinas Hidalgo, N. L. Antes habían colocado un pizarrón en la plaza, donde escribieron los nombres de varias señoritas concursantes.
Había una persona que se encargaba de vender los votos de las candidatas. Los votos valían diez centavos cada uno y la gente compraba tanto votos a favor de tal señorita, y se iban anotando en el pizarrón. Ahí se llevó la elección para la que se puso un plazo, cumplido éste se hizo el recuentro de votos y resultó triunfante por recibir la mayor cantidad de votos la señorita Olivia Morales Mireles, la coronó el presidente municipal Don Tomás Chapa Martínez en el quiosco de la plaza Hidalgo, diciéndole estas palabras Olivia Primera, a nombre de la ley coloco esta corona en tu cabeza por el triunfo que has tenido como la primera Reina de la Simpatía de nuestro querido Sabinas. Yo te felicito por esto.
La corona era de oro y la reina lucía un traje blanco con una cola como de cuatro metros o más. Entonces, el gran músico, profesor y compositor sabinense Raúl Garza Montemayor, le compuso una marcha con el nombre de la reina, Olivia, y con su orquesta la interpretó el día de la coronación.
En 1927 hubo una época de auge en Sabinas, pues empezó el trabajo de la carretera; hubo empleo para todos. Los peones ganaban dos pesos por 8 horas de trabajo; los cabos ganaban cuatro pesos; todos estaban encantados, pues aquí los patrones pagaban 75 centavos en jornadas de sol a sol y pagaban con plata, no había billetes. Muchas personas que estaban establecidas con sus negocios de comercios, restaurantes, cantinas y otros, se hicieron ricos porque circuló mucho dinero. Duró esta bonanza hasta el año de 1930 en que se inauguró la carretera de Laredo a Monterrey con una carrera de autos que se realizó el 15 de septiembre.
En los años de 1931 y 1932 vino aquella crisis que azotaba a Estados Unidos y a México y quizás fuera mundial, Fue una crisis de baja, no valieron las cosechas, el algodón lo quemaron porque no hubo precio; el maíz llegó a valer 15 pesos tonelada, el ganado también bajó; lo becerros de dos años valían dos por 25 pesos. Fue entonces cuando vinieron los repatriados, unos eran de Sabinas y otros no, pero se les acabó el dinero y aquí se quedaron. No había trabajo. Con suerte llegó Don Manuel M. García con mucho dinero y fue el que acabó con la crisis. Abrió trabajo para todos los desocupados y cambió la situación
7 de marzo de 1990.