Veinte años de maltratos y vejaciones, el nombre de ella no importa.
Ojos de mirada perdida y triste, señas que ha dejado una vida llena de golpes, quemaduras, y sobre todo de frustración y miedo.
Me tomó del cuello, suéltame le digo como puedo, me estás ahorcando, me estás haciendo daño. Él sacó la pistola me la puso en frente y me dijo te vas a morir hija de…..,en el forcejeo se dispara el arma y mata al hombre que hasta ese momento había sido su marido por espacio de veinte años.
Estuvo dieciocho años en la cárcel, se le proporcionó una salida temporal, sacó a sus hijos adelante, le preguntaron que de dónde sacaba fuerzas y ella dijo que sus hijos. Hoy ella nuevamente debe ir a la cárcel, sin embargo ella señala: A mi me culparon, yo no hice el disparo, al forcejear la pistola cae al suelo se dispara y él muere. Hoy ella de nuevo debe ir a la cárcel y dejar afuera a sus hijos en la enorme selva humana, más de ciento cuarenta mil llamadas en menos de tres horas, piden clemencia.
Pero así está el mundo y estas son “Nuestras Cosas”.
Hasta la próxima.