Ayer dejamos en el camino de la vida el año 2007, 365 días de esfuerzos, de aciertos y errores, de retos y proyectos, algunos inconclusos, pero qué importa, hoy estamos muy contentos después de pasar en familia festejando la despedida del año viejo y dándole la bienvenida al 2008.
Bien por quien logró el momento para fortalecer la unidad extendiendo los lazos fraternales, respetando las ideas o formas de pensar y opinar de los familiares, amigos o vecinos, actuando siempre con honestidad y sensatez, porque la cordura y sinceridad son el puente de unión.
Así el ser humano va fincando su futuro mediante sus pensamientos, palabras o acciones de buena fe, aprendiendo del pasado para disfrutar el presente.
La felicidad se traduce en salud y de ahí se deriva en progreso, integrando a nuestros congéneres, por supuesto, armonizando con ellos, para adquirir la paz, y si llegamos al amor, la prosperidad está a la vuelta de la esquina.
Porque en nosotros está todo, en el mundo abundan las oportunidades, sólo falta agregarle, sinceramente, los buenos deseos para nuestros amigos y a quienes todavía no lo son, logren sus sueños, anhelos, proyectos o metas trazadas, lo mismo un caudal inacabable de salud y un océano de prosperidad en todas y cada una de sus manifestaciones.
Ánimo y que no quede todo en una simple expresión.
Feliz año nuevo.