Dicen por ahí que “tras la tempestad viene la calma” es muy cierto, las aguas volverán a tomar su cauce, pero ya no será lo mismo, puesto que habrá muchos árboles que fueron arrancados de raíz por los embates de la tormenta y ellos ahí murieron. Habrá que sembrar de nuevo, pero para volver a cosechar habrá que esperar mucho tiempo y sobre todo saber esperar.
A muchos otros la tormenta los ha dejado como Dios “los echó al mundo” los ha dejado sin nada, pero la reciedumbre de su carácter les permitirá resurgir como el “ave Fénix”.
Eurípides decía: “No nos enojemos contra los motivos, éstos permanecen sin escuchar a nuestra cólera".
Tras la tempestad estamos seguros que vendrá la calma, pero con seguridad también podemos decir que tras la calma llegará otra tempestad.
Pero así esta el mundo y estás son Nuestras Cosas.
Hasta la próxima.