Profr. Salvador Garza Inocencio

Nuestras Cosas

Nuestras Cosas

Profr. Salvador Garza InocencioY caminando hacia el poniente por la calle Juárez, llamada antiguamente “La calle del Alto”, al llegar con Mutualismo recordamos a Don Amador y a su esposa Doña Chonita, tanto que aún recordamos su trato sencillo y afable, muchas veces cuando niños fuimos a ese lugar acompañados por al tía Licha a comprar en su tienda de abarrotes, donde se podían adquirir los artículos más variados, y donde el refrigerador de la casa familiar tenía unas charolas de cuadritos de hielo, hechos con agua de sabor fresa o cuadritos congelados con leche y plátano, sin que nos quede nada, de ese lugar tenemos un grato recuerdo del buen trato recibido.

Frente a ese lugar al lado norte otra tienda, la de Don José Garza Ávila conocido por muchos con el diminutivo cariñoso de “Cheché” y en ese mismo cruzamiento en donde hoy hay un estacionamiento de un importante “Súper”, recordamos a la carnicería de Don Roberto González.

El maestro Santiago A. Vara Jiménez en su libro titulado “Memoria de una pueblo” presenta una fotografía que data de 1928, donde aparece el cruzamiento de las calles Juárez y Mina y en la cual se puede apreciar en la acera que ocupa el lado noreste una antigua bomba para despachar gasolina y en la parte superior un reloj.

Nosotros en esa esquina recordamos: la fábrica de vestidos de Don José Larralde, un molino de nixtamal, que era donde se encontraba quien administraba a los demás molinos del pueblo y que era el señor Heriberto Cantú, estaba en esa esquina la tienda de las hermanas Landín y una de las principales ferreterías de aquella época, la de Don Melchor Flores, de la cual hablaremos en forma particular en otro espacio.

Pero así está el mundo y éstas son “Nuestras Cosas”.

Hasta la próxima.