Dicen por ahí, que en un juzgado de una ciudad europea, dos ladrones se hicieron pasar por trabajadores, y con tal descaro introdujeron una escalera en pleno juicio e inmediatamente quitaron un gran reloj que estaba en la pared.
El Señor Juez molesto por la interrupción les preguntó si podían esperar hasta que terminara el proceso. Pero los hombres le dijeron: “Lo sentimos mucho, pero nosotros tenemos órdenes de llevárnoslo inmediatamente”.
Después de retirar el reloj, como todos unos caballeros pidieron disculpas por la interrupción y se retiraron. Y jamás se volvió a saber de los dos hombres ni del reloj.
Los que se inclinan al mal son “muy listos”. Saben exactamente lo que quieren.
Tienen inventiva y una gran imaginación y sobre todo son atrevidos, en eso merecen nuestro reconocimiento, sin embargo, nosotros queremos vivir a lo derecho y sólo aprendemos a vivir equivocados.
Pero así está el mundo y éstas son “Nuestras Cosas”.
Hasta la próxima.