En la sección de editoriales del periódico El Norte del sábado 23 de septiembre, Ricardo Omaña escribió: “Si las circunstancias convierten a un partido en gobierno, será irremediablemente el blanco de la oposición, pero si los opositores llegan a ser gobierno, se comportarán exactamente igual que el rival al que tanto criticaron”. “Esto ocurre lo mismo en el Poder Ejecutivo que en el Poder Legislativo”.
En la misma fecha, una nota de Mirna Ramos daba cuenta de que Diputados locales y federales del PAN acordaron coordinarse para lograr mayores recursos federales para el Estado, dándole prioridad a la seguridad, al drenaje pluvial y a la educación, pero relegando al Fórum Universal de las Culturas.
Si de prioridades se trata, tienen razón los legisladores albiazules al colocar por delante rubros como los antes señalados, pues quién puede negar que la inseguridad no tiene en constante zozobra, y que cualquier lluvia, ya no se diga un huracán, pone en serio peligro a los habitantes de muchos municipios, particularmente en el área metropolitana, y ni hablar del renglón educativo, en el que existen notorios rezagos y carencias.
Lo que no debemos olvidar es que dicha problemática no es de ahora, y que si de caprichos se trata, en el sexenio de Fernando Canales, el entonces Jefe del Ejecutivo estatal se entercó en la construcción del puente “atirantado”, en el que se gastó una cantidad estratosférica que pudo emplearse en cualquiera de los rubros señalados ahora por los diputados panistas, pero que ya desde entonces eran prioritarios.
En lo que respecta a la negociación de los recursos federales para el Fórum, hay que tomar en cuenta que el PAN necesita, y necesitará aún más en el futuro a los priístas para sacar adelante en el Congreso muchas propuestas del próximo Presidente, por lo que no se puede descartar que, finalmente, se apruebe una partida para dicho evento.