Dijo que lo primero que el hombre debía conseguir era el conocimiento de sí mismo.
Defendió incansablemente los principios de virtud y la moral.
Dijo que había que conocer lo bueno y lo malo y que deberíamos practicar lo primero, aún a costa de muchos sacrificios.
Cuando pasaba por el mercado, lleno éste de objetos diversos exclamaba ¡Cuántas cosas hay que no necesito!
Predicó siempre la verdad, le llamaron filósofo porque fue amante de la sabiduría.
Era amigo de la verdad, era filósofo, pero desde aquel entonces existían quienes falseaban la verdad y los llamaban “sofistas” porque practicaban el sofisma y el sofisma es querer defender lo que es falso.
Desde el tiempo de Sócrates había filósofos y sofistas.
Pero así está el mundo y éstas son “Nuestras Cosas”.
Hasta la próxima.