No hay pero que valga, este domingo todos con edad de votar tenemos que cumplir con un derecho y también una obligación.
No hay pretexto, ni siquiera las campañas con muchos ataques y pocas promesas aterrizables y reales.
Nadie mejor que usted sabe quién es el candidato que cumple con sus expectativas de progreso, de libertad y, sobre todo, de justicia.
Piense y fríamente, sin apasionamientos, con inteligencia, analice las propuestas que cada candidato ha realizado y sufrague sin que nada ni nadie intervenga en su decisión.
Aprovechemos la democracia, incipiente si usted quiere, pero al fin libre de todo prejuicio y dispuesta a proyectar el futuro.
Medítelo por sus hijos, nietos, amigos, por su comunidad y por ellos, asista a las urnas este domingo 2 de julio.
Y al concluir la fiesta cívica, celebremos como hermanos de raza que somos, solidarizándonos al triunfador, porque al final de la jornada, repito, todos somos ganadores.