General Luis T. Mireles

Páginas Sueltas de la Historia de Sabinas

El territorio nacional se estremecía con el galope de las cabalgaduras, que denodados jinetes llevaban al campo de batalla, a dirimir sus diferencias y a conquistar la anhelada libertad.

Sabinas mandó a sus hijos a los campos de la guerra, donde muchos perdieron su vida, dando ejemplo de osadía y de valor; marcando el nombre de su pueblo como con hierro candente.

Sufrieron heridas que dejaron huellas en sus cuerpos; se sobrepusieron y regresaron a la lucha en pos de un destino glorioso.

Hubo quienes por su capacidad y su calidad humana, de hombres rectos y de principios; pudieron ocupar puestos militares y políticos.

Nuestro homenajeado ocupó el puesto de Jefe de Operaciones en el Estado de Oaxaca, donde sus órdenes y directrices condujeron por la vía del bien a todos sus subordinados.

Fue Gobernador en el Estado de Tabasco, puesto que desempeñó con honradez y rectitud, dejando un recuerdo de probidad imborrable entre sus subordinados.

Recorrió toda la extensión del terreno nacional, dando ejemplo de valor, capacidad e inteligencia en todas las batallas en las que intervino y de donde siempre salió con bien.

Los azares del destino lo llevaron a cumplir la norma de su existencia: dar su vida por la Patria.

Cayó prisionero en Matamoros, Tamaulipas. En manos del ejército contra revolucionario y mediante un juicio sumario, donde no se ponderan sus cualidades verdaderas y sus hechos de armas, es condenado a morir fusilado.

En el poblado de Villa Quintero, Tamaulipas, el 17 de noviembre de 1923, cinco balas asesinas terminaron con la existencia del GENERAL LUIS T. MIRELES. Moría como un idealista, un mártir, un caballero.

Dejando en la orfandad a un puñado de hijos y a su esposa, la digna dama Sra. Guadalupe Morton.

Fueron asediados y molestados en su modesto existir, pues la única herencia que recibieron fue un nombre sin baldón y sin mácula.

El tiempo cura las heridas y olvida los agravios y la familia se desarrolló con probidad y grandeza.

Recordemos siempre con orgullo el nombre del GENERAL LUIS T. MIRELES soldado de la Patria.

Profr. Santos Noé Rodríguez Garza
Cronista
11/abril/2006