Nos llegó un poco de lluvia, el calor extremoso cesó, se alegra la vista y el corazón al ver caer gota a gota el agua, arrastrando consigo el polvo acumulado en el techo de las casas y en las hojas de las plantas.
La naturaleza se abrillanta y cual fertilizante foliar la llovizna hace revivir los vegetales.
Ojalá y que la lluvia sea suficiente y generalizada que permita a los animales tener pastos nutritivos, que los pájaros encuentren entre la hierba los insectors para alimentarse y que con la alegría propia de una naturaleza vibrante, volvamos a escuchar los trinos de los pájaros.
Todo se estaba tornando gris y seco, empezaban a generalizarse los incendios forestales y todo humano se inquietaba ante la magnitud de una tragedia, ya que no se cuenta con los medios necesarios para combatir varios incendios a la vez.
La naturaleza es sabia y vuelve una vez más a pagarnos con creces nuestro descuido e ingratitud.
Santos Noé
27/4/2006